Hoy muchos se están preguntando que está pasando con el tiempo atmosférico global, ya que repentinamente se hace visible el lado extremo de las inclemencias naturales, desde sofocantes olas de calor, a nevadas en puntos insólitos del planeta, borrascas muy profundad, en este caso vamos a dar un repaso a uno de los eventos de la semana, la borrasca invernal Hércules, que despertó al mar, así fue nombrado el Swell, anunciado este 3 de Enero, comenzó en las ultimas horas a generar olas gigantes y en los últimos días de azotó con furia las costas de Reino Unido, Irlanda, Portugal, España, Francia y Azores.
Con olas de hasta de hasta 8 metros de altura, el que es considerado un récord para Europa, el que incluso ya ha cobrado víctimas, la mayoría de ellas curiosos que querían ver a este coloso entrando en las costas.
Olas gigantes baten las costas de Europa Occidental, en un fantástico temporal marítimo provocado por la extraordinariamente profunda borrasca Christina.
Las aguas septentrionales del Atlántico Norte siguen sirviendo de cuna para la gestación de borrascas extraordinariamente profundas, que están removiendo sus aguas superficiales y, como consecuencia, la formación de fenomenales temporales marítimos.
Miles de kilómetros de costas se están viendo sacudidos por olas enormes; desde Irlanda, pasando por la Península Ibérica, Azores y acabando en Canarias.
En la imágenes superiores, en modo visible y adquirida por el satélite Meteosat-10, puede observarse a la borrasca Christina (nombre asignado por el Departamento de Meteorología de la Universidad de Berlín) en su momento álgido, cuando su presión mínima central había descendido hasta los 932 hPa.
Su tamaño era colosal; es fácil apreciar que cubría todo el Atlántico Norte desde el este de Canadá hasta las Islas Británicas.
Y su frente frío, cruzaba las aguas casi desde Bermuda hasta Europa.
Los vientos desarrollados por esta colosal borrasca, girando en sentido antihorario alrededor de su centro, fueron similares a los desarrollados por un huracán, pero abarcando un radio muchísimo mayor a como ocurriría en el seno de un huracán, en el que los vientos máximos se concentran alrededor del ojo y en un radio relativamente pequeño
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