
No es de extrañar que al presidente Obama no le dejen tener un iPhone, sino una versión especial de BlackBerry con funcionalidades muy recortadas y una lista de contactos muy escasa.
Hoy se ha sabido que la agencia de seguridad de EEUU, la NSA, lleva a cabo una recolección masiva de los datos de ubicación de los teléfonos móviles.
Se trata de nuevos documentos filtrados por el ex empleado Eduard Snowden y revelados por el Washington Post y que señalan que la NSA registra la ubicación de cientos de miles de teléfonos para no sólo seguir a sus objetivos sino establecer un mapa de sus relaciones.
Según la información, se recogen 5.000 millones de datos de localización de móviles cada día. Los teléfonos no tienen que tener activados los servicios de localización (el GPS) ya que simplemente con los datos de conexión de las antenas de telefonía permite calcular con la suficiente precisión la localización de un terminal.
Así, quien pueda acceder a los datos de las operadoras que gestionan estas antenas, puede fácilmente rastrear la posición de cualquier teléfono.
El seguimiento, no sólo registra los movimientos de los teléfonos aislados, sino que es capaz de detectar posibles reuniones o contactos entre personas registrando los teléfonos que se mueven o mantienen juntos a lo largo de un periodo de tiempo. Así, la NSA puede no sólo seguir a sus objetivos (sospechosos de cualquier tipo) sino examinar quien o quiénes se han reunido o han viajado con dicha persona, lo que le permite establecer quienes están relacionados con el objetivo.
Al parecer, los oficiales de la NSA han asegurado que los programas que registran la ubicación son legales y tienen como objeto recoger información sobre sospechosos extranjeros.
Según la información, se recogen 5.000 millones de datos de localización de móviles cada día. Los teléfonos no tienen que tener activados los servicios de localización (el GPS) ya que simplemente con los datos de conexión de las antenas de telefonía permite calcular con la suficiente precisión la localización de un terminal.
Así, quien pueda acceder a los datos de las operadoras que gestionan estas antenas, puede fácilmente rastrear la posición de cualquier teléfono.
El seguimiento, no sólo registra los movimientos de los teléfonos aislados, sino que es capaz de detectar posibles reuniones o contactos entre personas registrando los teléfonos que se mueven o mantienen juntos a lo largo de un periodo de tiempo. Así, la NSA puede no sólo seguir a sus objetivos (sospechosos de cualquier tipo) sino examinar quien o quiénes se han reunido o han viajado con dicha persona, lo que le permite establecer quienes están relacionados con el objetivo.
Al parecer, los oficiales de la NSA han asegurado que los programas que registran la ubicación son legales y tienen como objeto recoger información sobre sospechosos extranjeros.