Las anomalías magnéticas creadas por los tsunamis pueden ser detectadas por los satélites.
Esto es lo que afirman los investigadores de China, que han creado un modelo que simula el efecto de enormes olas del mar sobre el campo magnético de la Tierra. El equipo cree que su trabajo podría conducir a un sistema de alerta temprana que permita detectar estas letales olas en tiempo real.
El mapa muestra la amplitud máxima del tsunami Chile 2010, mientras se movía a través del Pacífico Sur. La escala de altura está en centímetros. Cortesía: NOAA. |
Los tsunamis son olas enormes a menudo asociadas con terremotos. Mientras que suelen tener amplitudes de un metro aproximadamente en el océano abierto, al llegar a tierra pueden alcanzar decenas de metros de altura con efectos devastadores. Lo difícil es detectar un tsunami contra un fondo de olas normales.
Mientras que un tsunami en el océano abierto puede no ser alto, pero sí es extremadamente largo y rápido su movimiento, por tanto, eso implica que hay un rápido desplazamiento de grandes cantidades de agua. Cuando un cuerpo de agua salada se mueve a través del campo magnético de la Tierra, su naturaleza conductora induce una pequeña anomalía en el campo, que puede ser detectado con un sensor magnético montado en un satélite de órbita baja terrestre o en un globo de gran altitud.
Tsunami real y el modelo
Ahora, Benlong Wang y sus colegas de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, han desarrollado una manera de predecir los cambios locales en el campo magnético de la Tierra causados por una variedad de modelos de tsunamis. Los modelos básicos se pueden combinar para simular el comportamiento magnético de un tsunami en la vida real. Para probar estos modelos, el equipo comparó sus predicciones con los datos registrados durante los tsunamis de Sumatra 2004 y Chile 2010. El equipo fue capaz de detectar anomalías magnéticas asociadas con los eventos y luego calcular la longitud de onda y la altura de las olas del tsunami.
En principio, el cálculo del perfil de onda de tsunami desde una señal magnética se puede hacer casi instantáneamente, comentó Wang. Si se aplica en la práctica, esto podría dar lugar a una notable mejora en los sistemas de alerta temprana contra los tsunamis. Los métodos de detección sísmica de hoy, por ejemplo, a menudo pueden tardar cerca de seis minutos para procesar sus datos.
Otra limitación de la predicción sísmica y métodos alternativos basados en los medidores de marea, es que no pueden hacer un seguimiento continuo de la ola a medida que avanza por el océano abierto, en tanto, el control magnético sí seria capaz de lograr esto.
Si bien la tecnología para detectar estas anomalías magnéticas existe, necesitará desarrollar una infraestructura adecuada para proporcionar una red de alerta temprana integral. Hay dos enfoques posibles para esto, explica el equipo, el uso de aeronaves no tripuladas en el espacio cercano o satélites terrestres de órbita baja, cualquiera de ellos están lo suficientemente cerca del océano para detectar la señal magnética de la onda.
Detección problemática
En la práctica, sin embargo, la detección de los tsunamis puede ser más problemática de lo que afirman los investigadores. "Las señales magnéticas del tsunami son normalmente alrededor de 1–2 nT (comparar esto con los 40.000 nT de los campos geomagnéticos ambientales", señala Manoj Nair, experto en geomagnetismo en la Universidad de Colorado, que no participó en este estudio. Nair sugiere que, mientras que los investigadores pueden haber tenido éxito en la detección de las señales de los tsunamis en retrospectiva de los registros magnéticos, la detección en tiempo real contrae nuevos desafíos: "Esto se debe a las variaciones de tiempo en el campo geomagnético de otras fuentes que pueden abrumar la débil señal magnética del tsunami.
Si bien la tecnología para detectar estas anomalías magnéticas existe, necesitará desarrollar una infraestructura adecuada para proporcionar una red de alerta temprana integral. Hay dos enfoques posibles para esto, explica el equipo, el uso de aeronaves no tripuladas en el espacio cercano o satélites terrestres de órbita baja, cualquiera de ellos están lo suficientemente cerca del océano para detectar la señal magnética de la onda.
Detección problemática
En la práctica, sin embargo, la detección de los tsunamis puede ser más problemática de lo que afirman los investigadores. "Las señales magnéticas del tsunami son normalmente alrededor de 1–2 nT (comparar esto con los 40.000 nT de los campos geomagnéticos ambientales", señala Manoj Nair, experto en geomagnetismo en la Universidad de Colorado, que no participó en este estudio. Nair sugiere que, mientras que los investigadores pueden haber tenido éxito en la detección de las señales de los tsunamis en retrospectiva de los registros magnéticos, la detección en tiempo real contrae nuevos desafíos: "Esto se debe a las variaciones de tiempo en el campo geomagnético de otras fuentes que pueden abrumar la débil señal magnética del tsunami.
Soy más escéptico sobre el uso de los satélites, dado que estos ven una mezcla de señales de tiempo y espacio, lo que complica aún más la separación de las señales del tsunami de otras fuentes."
Sin embargo, Wang y sus colegas seguirán poniendo a prueba su modelo con otros datos históricos sobre tsunamis. "El siguiente paso de nuestro trabajo se centrará en la historia realista de una ola tsunami en la isla de Pascua", explica Wang. Sita en el Pacífico Sur, la isla fue golpeada por el tsunami de Chile en 2010. El equipo utilizará los datos magnéticos obtenidos de esta región, en relación con los modelos globales de propagación del tsunami, para avanzar en la comprensión de esta conexión entre las anomalías magnéticas y las variaciones de la superficie del mar.
El grupo también tiene previsto analizar los efectos magnéticos de las ondas internas y las mareas, los movimientos de agua que se producen por debajo de la superficie del océano son importantes por el intercambio de calor y material entre las diferentes capas del océano. "Usando las señales magnéticas", añade Wang, "esperamos que estos flujos internos puedan observarse de forma más conveniente."
Sin embargo, Wang y sus colegas seguirán poniendo a prueba su modelo con otros datos históricos sobre tsunamis. "El siguiente paso de nuestro trabajo se centrará en la historia realista de una ola tsunami en la isla de Pascua", explica Wang. Sita en el Pacífico Sur, la isla fue golpeada por el tsunami de Chile en 2010. El equipo utilizará los datos magnéticos obtenidos de esta región, en relación con los modelos globales de propagación del tsunami, para avanzar en la comprensión de esta conexión entre las anomalías magnéticas y las variaciones de la superficie del mar.
El grupo también tiene previsto analizar los efectos magnéticos de las ondas internas y las mareas, los movimientos de agua que se producen por debajo de la superficie del océano son importantes por el intercambio de calor y material entre las diferentes capas del océano. "Usando las señales magnéticas", añade Wang, "esperamos que estos flujos internos puedan observarse de forma más conveniente."
- Publicación: Proceedings of the Royal Society A .
- Imagen: El mapa muestra la amplitud máxima del tsunami Chile 2010, mientras se movía a través del Pacífico Sur. La escala de altura está en centímetros. Cortesía: NOAA. - Bitnavegantes.
- Imagen: El mapa muestra la amplitud máxima del tsunami Chile 2010, mientras se movía a través del Pacífico Sur. La escala de altura está en centímetros. Cortesía: NOAA. - Bitnavegantes.