martes, 20 de mayo de 2014

El Dios de Albert Einstein

En cierta ocasión, en una reunión, se le preguntó a Einstein si creía o no en un Dios a lo que respondió: "Creo en el Dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo".


"La ciencia sin religión es inútil y la religión sin ciencia está ciega".

Einstein creía en "un Dios que se revela en la armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se interesa en el destino y las acciones del hombre". Deseaba conocer "cómo Dios había creado el mundo". 

En algún momento resumió sus creencias religiosas de la manera siguiente: "Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente".

"Mi posición acerca de Dios es la de un agnóstico.
 Estoy convencido DE que un conocimiento vivo de la importancia primaria de los principios morales para la mejoría y el ennoblecimiento de la vida no necesita la idea de un legislador, sobre todo, un legislador que trabaja sobre la base de recompensa y castigo."

Se cuenta que siendo un niño, el pequeño Albert se enfrento a su maestro en una pelea dialéctica sobre la existencia o no de dios. 

Con esta anécdota histórica el gobierno de la República de Macedonia ha creado una campaña para fomentar la asignatura de religión en las aulas:


Siempre la figura de Einstein fue utilizada en beneficio de aquellos que veían en sus palabras, las palabras de un creyente.

 Pero sin embargo el gran científico, que era judío rehusó el ofrecimiento de ser el segundo presidente de Israel, también rechazó la idea de que los judíos son un pueblo tocado por Dios. 

"Para mí, la religión judía, como las demás, es una encarnación de las supersticiones más infantiles". 

Se podría decir que Einstein no creía en Dios por que el era Dios.