domingo, 17 de agosto de 2014

Hilary Putnam y el Realismo Interno o Prágmatico: La deuda kantianaf

Contra el intento de dar una única descripción de los hechos tal y como hacen el realismo metafísico y epistemológico, y, a su vez, contra una posición idealista extrema, Putnam apuesta por un realismo mínimo que supere la concepción del realismo metafísico por medio de una propuesta  “internalista” en la que la dependencia del mundo empírico estriba en nuestros esquemas conceptuales y nuestros criterios de aceptabilidad racional. 


Al respecto, Hilary Putnam sostiene en Reason, Truth and History lo siguiente: "In an internalist view also, signs do not intrinsically correspond to objects, independently of how those signs are employed and by whom. But a sign that is actually employed in a particular way by a particular community of users can correspond to particular objects within the conceptual scheme of those users. 'Objects' do not exist independently of conceptual schemes. We cut up the world into objects when we introduce one or another scheme of description" (1). La propuesta internalista de Putnam, influenciada por el pragmatismo de James y Dewey, no acepta la dicotomía facts/values, por tanto, en el internalismo se supone que lo que es un objeto, o un hecho, depende, siempre, de algún esquema conceptual, o algún sistema de valores. No habría ningún objeto, ni tampoco algún hecho si no fuese por la aplicación de algún marco conceptual a la realidad. 

En sentido opuesto, el realismo metafísico considera los objetos como cosas en sí mismas y, presenta una imagen trascendente del mundo: "a picture in which there is a fixed set of "language-independent" objects (some of which are abstract and others are concrete) and a fixed "relation" between terms and their extensions" (2). Esta visión que considera a los objetos de modo trascendente no puede dar cuenta de cómo los objetos se relacionan con una conciencia, derivando en un escepticismo o en un idealismo. Pues, ¿Cómo podríamos decir que lo que se halla en nosotros como condición subjetiva pertenece también, de modo necesario, a los objetos en sí mismos? Este mismo problema inherente al realismo de tipo metafísico o transcendental, es señalado por Putnam cuando afirma: "As we have seen, the problem is this: there are these objects out there. Here is the mind/brain, carrying on its thinking/computing. How do the thinker's symbols (or those of his mind/brain) get into a unique  correspondence with objects and sets of objects out there?" (3) El realismo nos enclaustra en esto problemas, por el contrario, asumir que los objetos de experiencia no son cosas en sí mismas, sino cosas para nosotros, productos de un proceso de constitución conceptual, nos permite dar una respuesta a estos cuestionamientos evitando el dogmatismo del realismo metafísico y el nihilismo de un escepticismo radical. 

El acercamiento entre el Idealismo trascendental kantiano y el realismo interno de Putnam es evidente. Kant ofrece el primer intento en la filosofía de explicar el concepto de objetividad de un modo que no presupone una noción absolutista, esto es, la noción de que hay una única concepción del mundo que logra capturar la manera en que el mundo es en sí mismo, al margen de la subjetividad humana. Kant logra plantear la objetividad del conocimiento involucrando al sujeto y su carga conceptual, evitando con ello cualquier absolutismo metafísico que trascienda los límites de lo humanamente posible. El trabajo de Putnam se enmarca dentro de este intento kantiano, el realismo interno busca precisamente afianzar un concepto de objetividad humanamente hablando. En ambas propuestas experiencia y esquema conceptual se imbrican para dar cuenta de la objetividad del conocimiento. Pero, que este esquema  conceptual sea indisociable de los valores con el que lo pensamos es algo que aleja a Putnam de la concepción kantiana. Sin embargo, el núcleo principal de ese realismo, que se entiende como interno, es en ambos pensadores una cuestión afín.


Hilary Putnam
Putnam sostiene que: "the way to read Kant is as saying that what Locke said about secondary qualities is true of all qualities - the simple ones, the primary ones, the secondary ones alike" (4). ¿Qué implicaciones tiene sostener esta afirmación? Si hemos sostenido que todas las propiedades de los objetos son secundarias, ¿qué se sigue? Pues, simplemente, la tesis Kantiana de que no podemos conocer las cosas tales y como son en sí mismas, independientemente de nuestro pensamiento, Putnam añadiría, independientemente de nuestros valores y nuestros intereses: The world does not have a structure that is independent of any of our conceptual schemes. This is a lesson philosophers should have learned from Kant. All knowing is perspectival and involves conceptual choices. That is why knowledge always involves human interests. This is just as true of the “formal” sciences and the “hard” physical sciences as it is of ethics, history, and politics(5) Así como Kant abandonó un realismo trascendental, Putnam pretende también desvincularse de un realismo metafísico y sus implicaciones, es por ello que al asumir que cuando nos referimos a objetos empíricos no nos referimos a las cosas en sí mismas sino solo de las cosas para nosotros, implica también que no podemos sostener una teoría de la verdad por correspondencia entre nuestro lenguaje y el mundo. Del mismo modo en que Kant consideraba indispensables a las categorías a priori para constituir los objetos de experiencia, también Putnam afirma que los esquemas conceptuales, las prácticas y el lenguaje, resultan indispensables para constituir el mundo empírico. Los objetos solo existen en referencia a estos marcos mediante los cuales se establecen sus propiedades. Por tanto, no existen conceptos neutrales o metalenguajes a los que podamos apelar para afirmar la verdad de nuestras proposiciones: "There is no God's Eye point of view that we can know or usefully imagine; there are only the various points of view of actual persons reflecting various interests and purposes that their descriptions and theories subserve." (6)

El idealismo trascendental, así como el realismo interno han aceptado de antemano que la realidad depende del lenguaje y de la mente, por tanto, no podemos sostener una visión del mundo cuyo único punto de referencia sea el ojo de Dios, no significa, por ello, que hemos renunciado completamente a cualquier tipo realismo para asumir un idealismo que niegue la existencia de la materia (idealismo dogmatico) o, que la ponga en duda por considerarla indemostrable (idealismo escéptico). Por el contrario, lo que se pretende demostrar es que la objetividad no presupone un realismo metafísico, podemos asumir la relatividad de los esquemas conceptuales y aún así sostener la objetividad de nuestro conocimiento.  A esto se refiere Richard Berstein cuando en su ensayo The Pragmatic Turn: The Entanglement of Fact and Value señala, refiriendose a Putanm: His conceptual, internal, and more recent pragmatic realism can be viewed as successive stages in showing how objectivity is compatible with different conceptual choices. Objectivity is not to be confused or identified with algorithmic reasoning, where we assert that there is a univocal solution to a problem". (7) En esto consiste precisamente un realismo con “r” minúscula. Esto es, aseverar que podemos hablar de objetividad pero no de objetividad desde el punto de vista del ojo de Dios, como hace un realismo metafísico, sino de objetividad para nosotros, es decir, desde una perspectiva, asumiendo que lo único que tenemos es objetividad y racionalidad humanamente hablando. Para el realismo interno, los hechos lo son, únicamente, dentro de una teoría y dentro de un lenguaje. Pero esas teorías y esos lenguajes son humanos: no existe tal cosa como el lenguaje propio del mundo. Solo existen los lenguajes que nosotros como seres humanos usamos o inventamos para nuestros propósitos. De lo que se trata en este realismo con “r” minúscula es de sustituir la “Objetividad” por la “objetividad”; de construir una explicación de la objetividad y de la verdad a partir de nuestra subjetividad y nuestras prácticas, en lugar de buscar el punto de vista Divino. "Nothing at all we say about any object describes the object as it is 'in itself, independently of its effect on us, on beings with our rational natures and our biological constitutions. It also follows that we cannot assumeany similarity ('similitude', in Locke's English) between our idea of an object and whatever mind-independent reality may be ultimately responsible for our experience of that object." (8)

El idealismo trascendental y el idealismo interno nos permiten afirmar que el mundo objetivo es el resultado de nuestra propia actividad intelectiva. Somos nosotros, con nuestra capacidad sensorial e intelectual quienes organizamos la experiencia, y así construimos las cosas y los hechos. Aunque esto puede interpretarse como la afirmación de un idealismo absoluto, debe tenerse claro  que Putnam y Kant no están diciendo que nosotros fijemos la referencia a nuestro gusto y basados únicamente en nuestra voluntad. Es por medio del uso de nuestros lenguajes y de nuestras teorías que nosotros,  conjuntamente con la realidad a la que nos referimos, constituimos los objetos de experiencia.  De manera que, no son nuestros intereses arbitrarios los que crean los insumos o inputs externos, no es la mente la que crea el mundo a la manera idealista, sino antes bien, debemos afirmar que no hay mente sin mundo, ni mundo sin mente:  " 'objects' themselves are as much made as discovered, as much products of our conceptual invention as of the 'objective' factor in experience, the factor independent of our will, then of course objects intrinsically belong under certain labels".(9)  Para Putnam al igual que para Kant los objetos son producto de un proceso de constitución conceptual en donde nuestros esquemas conceptuales moldean los insumos externos. El internalismo, afirma Putnam: "does not deny that there are experiential inputs to knowledge; knowledge is not a story with no constraints except internal coherence; but it does deny that there are any inputs which are not themselves to some extent shaped by our concepts, by the vocabulary we use to report and describe them, or any inputs which admit of only one description, independent of all conceptual choices".(10) Al igual que Kant, Putnam asume un sustrato o materia prima que dota de contenido a la experiencia, sin que por ello se postule que este sustrato puede ser conocido en sí mismo por algún tipo de intuición, afirmar que este sustrato puede ser objeto de nuestro conocimiento, es como afirmar en el marco de la propuesta kantiana que el noúmeno debe ser postulado en su sentido positivo, afirmación que ya hemos descartado anteriormente. Nuestro entendimiento no puede tener acceso a los noúmenos, no podemos afirmar que exista una correspondencia uno a uno entre el objeto nouménico y el objeto para nosotros, Kant y Putnam niegan esto rotundamente, por ello, una teoría correspondentista en la que se sostenga que la verdad depende de la correspondencia de nuestras impresiones con las cosas en sí mismas debe ser abandonada.

Es un hecho que en el realismo empírico Kantiano se incorporan algunos elementos del idealismo, sin alterar su principal compromiso realista, a saber, la existencia de un sustrato o estructura independiente de nuestro entendimiento que constriñe nuestras representaciones. Las objeciones idealistas, afirma Kant, “nos impelen a no tener por cosas en sí mismas los objetos externos de tales percepciones, sino a tomarlos por meras representaciones de las que podemos, al igual que en el caso de otra cualquiera, ser inmediatamente conscientes”. Por un lado, el idealismo nos advierte de no caer en la ilusión trascendental de considerar a las cosas como cosas en sí mismas. Por otro, este mismo idealismo, adoptado por Kant, es el que nos hace afirmar también que: “A lo dado en la intuición sensible deben agregarse además ciertos conceptos que tienen su origen enteramente a priori en el entendimiento puro, conceptos bajo los cuales es ante todo subsumida toda percepción y entonces puede ser transformada, por medio de ellos, en experiencia”. Sin embargo, su idealismo se ve acotado por un presupuesto realista en el que se afirma que: “Existen, pues, cosas externas, como existo yo mismo, y tal existencia es, en ambos casos, proclamada por el testimonio inmediato de mi autoconciencia.” Recordemos que la argumentación de Kant para demostrar la autoconciencia no es cartesiana, Kant supone una estructura externa que se constituye como la materia que dota de contenido a  los fenómenos y de la cual tenemos una experiencia inmediata, y a través de ella es que tenemos consciencia de las representaciones internas. Putnam tiene muy claro lo anterior y por eso afirma refiriéndose a Kant: "He does not doubt that there is some mind-independent reality; for him this is virtually a postulate of reason".(11) Así, como Kant intenta cerrar el paso a una interpretación puramente idealista de su propuesta con la postulación del objeto trascendental=x, Putnam no niega tampoco que existan los “insumos” del mundo, pero no puede afirmar que estos “insumos” no deban ser subsumidos a los esquemas conceptuales para poder así ser objetos de experiencia: "The very inputs upon which our knowledge is based are conceptually contaminated; but contaminated inputs are better than none. If contaminated inputs are all we have, still all we have has proved to be quite a bit".(12) El realismo empírico kantiano y el realismo interno de Putnam nos permiten afirmar que así como el conocimiento es posible por nuestras categorías a priori o esquemas conceptuales, lo es también por un sustrato independiente de ellas, a saber: La materia del fenómeno que no es una invención arbitraria del sujeto.

Del mismo modo en como Kant considera las objeciones idealistas al realismo trascendental, Putnam asume de Rorty y de otros pensadores relativistas que nuestras normas y estándares racionales son un producto histórico que cambia con el tiempo. Pero, incluso cuando se asuma que sólo conocemos al mundo desde dentro de un esquema conceptual, siempre se deberá considerar, como lo haría cualquier realista, que los hechos, pese a ser constituidos por los esquemas conceptuales, no son un producto de la voluntad y capricho del sujeto cognoscente. La existencia de “objetos” externos esta, pues, fuera de duda. Lo que Putnam no afirmaría, como tampoco lo hace Kant, es que podamos obtener un conocimiento de este sustrato independiente al margen de nuestros esquemas conceptuales: "What I am saying, then, is that elements of what we call "language" or "mind" penetrate so deeply into what we call "reality" that the very project of representing ourselves as being "mappers" of  something "language-independent" is fatally compromised from the very start".(13) Como bien afirma Camelia Gradinaru en su ensayo “Hilary Putnam and Some Key Aspects of Internal Realism”: "This type of realism (realism without the capital r) is not only the aurea mediocritas between two forms of extremism (namely, relativism and metaphysical realism), but also a philosophical option that is very close to common sense. On the one hand, our language and our mind, together with all the associated cultural products, penetrate what we call reality so deep that we abandon the projects of absolute, purely objective descriptions of reality; on the other hand, the world as a whole is not a product, and more, is not a product of human mind and will.(14) Este pequeño reducto realista es el que le permite afirmar a Putnam que the world isn't a product. It's just the world."

Sin embargo, aunque Putnam sostenga que Kant debe ser leído como proponiendo por primera vez un realismo interno, existen importantes diferencias. Un realismo interno como el que propone Putnam parece, a primera vista, tener una motivación inversa a la kantiana: Cuando Putnam afirma que desmenuzamos el mundo en objetos al introducir uno u otro esquema descriptivo, parece decir; primero, que los objetos son producto de un proceso de constitución conceptual, tal como afirmaría Kant, pero también; con ello pretende afirmar una tesis de relatividad conceptual, la cual trae consigo un pluralismo ontológico que impide cualquier intento de postular un conocimiento de validez y necesidad universal, siendo que en Kant la necesidad y universalidad de nuestros juicios son quienes determinan su objetividad. Por eso, cuando Kant asume que el objeto de experiencia es un objeto constituido por la materia del fenómeno, que corresponde a la sensación y que únicamente nos puede ser dada a posteriori; y la forma del fenómeno, que hace que lo diverso del mismo pueda ser ordenado en ciertas relaciones, y solo nos puede ser dada a priori, constituyéndose como la condición bajo la que se nos dan los fenómenos como objetos de experiencia, está intentando hacer una justificación de la universalidad y necesidad de los juicios  del conocimiento científico, universalidad y necesidad que no le puede ser dada únicamente mediante la experiencia, el propósito de postular las categorías como conocimiento a priori radica justamente en ello. Entonces, parece que Putnam abandona el carácter único que Kant le otorgó a las categorías y su estatuto de vehículo hacia la universalidad y necesidad del conocimiento científico, en su lugar, Putnam defiende la existencia de esquemas conceptuales alternativos que no son necesariamente reductibles y convergentes a un único esquema categorial: "In my picture, objects are theory-dependent in the sense that theories with incompatible ontologies can both be right. Saying that they are both right is not saying that there are fields "out there" as entities with extension and (in addition) fields in the sense of logical constructions[…]It is saying that various representations, various languages, various theories, are equally good in certain contexts. In the tradition of James and Dewey, it is to say that devices which are functionally equivalent in the context of inquiry for which they are designed are equivalent in every way that we have a;'handle on".(15) Aunque, cómo bien señalan Lombardi y Ransanz, pese a las divergencias aún prevalecen las intuiciones kantianas más básicas a través de los desarrollos pluralistas del internalismo. Si asumimos que la propuesta de Putnam, al igual que la de Kant, son una clase de realismo en sentido mínimo, podemos afirmar que: "If saying what we say and doing what we do is being a "realist," then we had better be realists-realists with a small "r," But metaphysical versions of "realism" go beyond realism with a small "r" into certain characteristic kinds of philosophical fantasy." (16)



- Imagen.1. Ilustración del esquema conceptual de Kant.
- Imagen.2. Hilary Putnam .
- Notas:
1
Desde un punto de vista internalista, las signos no se corresponden intrínsecamente con los objetos, independientemente de cómo se emplean esos signos y por quién. No obstante, un signo que realmente se emplea de una forma particular por una determinada comunidad de usuarios puede corresponderse con determinados objetos dentro del esquema conceptual de esos usuarios. Los 'objetos' no existen independientemente de los esquemas conceptuales. Cuando introducimos unos u otros esquemas de descripción, lo que hacemos es trocear el mundo en objetos
2
una imagen en la que existe un conjunto fijo de objetos "independientes de la lengua" (algunos de ellos son abstractos y otros de hormigón) y una "relación" fijada entre los términos y sus extensiones
3
Tal como hemos visto, el problema es el siguiente: existen objetos ahí fuera. Aquí está la mente/cerebro, que conlleva su pensamiento/computación. ¿Cómo hacer que los símbolos del pensador (aquellos de su mente/cerebro) consigan una correspondencia única con los objetos y conjuntos de objetos de ahí fuera?
4
la forma de leer a Kant es como decir que lo que Locke dijo acerca de las cualidades secundarias es cierto para todas las cualidades, tanto las simples, las primarios como las secundarias por igual
5
El mundo no tiene una estructura que sea independiente de cualquiera de nuestros esquemas conceptuales. Esta es una lección que los filósofos deberían haber aprendido de Kant. Todo conocimiento es perspectivo e implica elecciones conceptuales. Eso es por lo que el conocimiento siempre involucra intereses humanos. Esto es tan cierto para las ciencias "formales" y las ciencias físicas "duras", como para la ética, la historia y la política
6
No hay ninguna visión de Ojo de Dios que podamos conocer o imaginar como útil; sólo existen los diversos puntos de vista de las personas reales que van reflejando los diversos intereses y propósitos que favorecen sus descripciones y teorías
7
Su más reciente realismo pragmático, conceptual e interno, se puede ver como etapas sucesivas que muestran cómo la objetividad es compatible con diferentes opciones conceptuales. La objetividad no debe confundirse o identificarse con el razonamiento algorítmico, donde afirmamos que hay una solución unívoca a un problema
8
Nada de lo que decimos acerca de un objeto describe al objeto, tal como es 'en sí mismo, independientemente de su efecto sobre nosotros, sobre los seres con nuestra naturaleza racional y sobre nuestras constituciones biológicas. También se deduce que no podemos asumir ninguna similitud ('semejanza', en el inglés de Locke) entre nuestra idea de un objeto y cualquier realidad independiente de la mente que pueda ser, en última instancia, responsable de nuestra experiencia de ese objeto
9
los 'objetos' mismos son tan hechos como descubiertos, tanto productos de nuestra invención conceptual como del factor "objetivo" de la experiencia, el factor independiente de nuestra voluntad, dado por supuesto, los objetos pertenecen intrínsecamente bajo ciertas etiquetas
10
no niega que hay entradas experienciales para conocer; el conocimiento no es una historia sin restricciones excepto por coherencia interna; sino que niega que existan entradas que no estén en sí mismas conformadas por nuestros conceptos, por el vocabulario que utilizamos para informarlas y describirlas, o cualquier entrada que admita solamente una descripción, independiente de todas las opciones conceptuales
11
Él no duda que exista una realidad independiente de la mente; para él esto es prácticamente un postulado de la razón
12
Las mismas entradas en cuales se basa nuestro conocimiento están conceptualmente contaminadas; pero estas entradas contaminadas son mejor que nada. Si las entradas contaminadas son todo lo que tenemos, aún ha demostrado ser muy poco
13
Lo que estoy diciendo, entonces, es que los elementos de eso que llamamos "lenguaje" o "mente" penetran tan profundamente en lo que llamamos "realidad" que, el hasta el mismo proyecto de representarnos a nosotros mismos como "cartógrafos" de algo "independiente del lenguaje" está fatalmente comprometido desde el principio
14
Este tipo de realismo (realismo sin la r mayúscula) no sólo es el 'aurea mediocritas' (el justo medio) entre dos formas de extremismo (a saber, el relativismo y el realismo metafísico), sino también una opción filosófica que está muy cerca del sentido común. Por un lado, nuestra lengua y nuestra mente, junto con todos los productos culturales asociados, penetran en lo que llamamos realidad de manera tan profunda que abandonamos los proyectos de absolutas y puras descripciones objetivas de la realidad; por otro lado, el mundo en su conjunto no es un producto, es más, no es un producto de la mente humana y la voluntad. 
Este pequeño reducto realista es el que le permite afirmar a Putnam que "el mundo no es un producto. Es solamente el mundo"
15
En mi imagen, los objetos son dependientes de la teoría en el sentido de que las teorías con las ontologías incompatibles pueden ser ambas correctas. Decir que ambas tienen razón no quiere decir que haya campos de "ahí fuera", como entidades con extensión y, además, campos en el sentido de construcciones lógicas [...] Se dice que hay varias representaciones, distintas lenguas, diferentes teorías, que son igualmente buenas en ciertos contextos. En la tradición de James y Dewey, se dice que estos dispositivos son funcionalmente equivalentes, en el contexto de la investigación para los que fueron concebidos, y son equivalentes en todos los sentidos que tenemos y manejamos
16
Si decir lo que decimos y hacer lo que hacemos es ser "realista", entonces, seríamos mejor realistas-realistas con una pequeña "r", pero las versiones metafísicas del "realismo" van más allá del realismo con una pequeña "r" dentro de ciertos tipos característicos de fantasía filosófica

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