lunes, 29 de septiembre de 2014

Y llueve...

Foto: Eva cuenta los besos
que Adán nunca le dio y en tal porfía
desfallece de amor y lejanía
palpando la costilla de sus huesos;
nostalgia de partidas y regresos,
de amar en castidad de soltería,
ausencia de sus manos, letanía
de sueños inconfesos.
Tan cerca del pecado (y tan lejana),
en desvelo ritual de insomnio vano
anuda los hilvanes de su pena...
De pronto Lucifer y la manzana
y llueve y es verano
y ha llegado la hora de la cena.


Eva cuenta los besos
que Adán nunca le dio y en tal porfía
desfallece de amor y lejanía
palpando la costilla de sus huesos;
nostalgia de partidas y regresos,
de amar en castidad de soltería,
ausencia de sus manos, letanía
de sueños inconfesos.
Tan cerca del pecado (y tan lejana),
en desvelo ritual de insomnio vano
anuda los hilvanes de su pena...
De pronto Lucifer y la manzana
y llueve y es verano
y ha llegado la hora de la cena.

Del libro Oceanario