jueves, 18 de diciembre de 2014

Decir ...


Hacia el final del libro, Adiós a las armas de Hemingway, casi en la última página, Frederic, el narrador mantiene una conversación con Catherine :

"-¿Quieres que haga algo, Cat?¿Te traigo alguna cosa?
Catherine sonrió
-No.- Después dijo-: No harás con otras lo que hacíamos nosotros, 
ni les dirás las mismas cosas, ¿verdad?
-Jamás."

No creo que eso sea posible, las palabras y las cosas, los actos. 
Todo está inventado y repetido hasta la saciedad. 
Repetimos una y otra vez lo mismo.
 Si acaso, lo que cambia es la persona a quien se lo decimos, y la predisposición a aceptar, creer, el sentir y las ganas de seguir o de abandonar.

Todas las historias son importantes. 
Nos marcan de por vida. Para bien o para mal
. Según nos vaya. Nunca debemos menospreciar o pensar que esta o aquella 
es menos importante que la otra. 
A veces las que empiezan como un juego,con el paso de los días pueden convertirse en las más apasionadas y auténticas. 
Son nuestras cosas.Y esto es así