Chernobyl es uno de los lugares más interesantes y peligrosos que he visto.
El desastre nuclear, ocurrido en 1986, (un año después de que nací) tuvo un efecto en muchas personas, incluyendo mi familia cuando vivíamos en Italia. Las nubes de polvo nuclear fueron al oeste hacia nosotros.
La policía italiana llegó y desecharon todos los productos locales a la vez que mi madre se apresuró a comprar tanta leche enlatada como le fue posible para así alimentarme a mí, su pequeño hijo.
El evento causó mucha angustia a cientos de kilómetros de distancia, tanto que no puedo imaginar cuán aterrador
habría sido para los cientos de miles de ciudadanos Ucranianos que fueron forzados a evacuar.
Durante mi estancia, conocí varias personas sorprendentes, una de las cuales fue mi guía Yevgen, también conocido como un ‘Stalker’ (o un ‘Acosador’). Pasamos la semana juntos explorando Chernobyl y la cercana y abandonada ciudad de Pripyat.
Había algo tranquilizante, aunque tremendamente perturbador acerca de este lugar.
El tiempo se ha detenido y hay memorias de hechos pasados flotando en el aire.
Armado con una cámara y un contador Geiger, lo exploré…
