domingo, 21 de diciembre de 2014

La Matrix Como Viaje Chamánico


«La mente está en su propio lugar, y de por sí
puede hacer un Cielo del Infierno, y un Infierno del Cielo»
Satán, en "El Paraíso Perdido" de Milton


Es de hecho, y lejos más allá de "Los Archivos X", "gnosticismo renacido"
 [ver nota 1, al final]. Dondequiera que exactamente Andy y Larry Wachowski idearan su diabólicamente inspirada y perversamente efectiva parábola pop sobre la esclavitud del hombre moderno bajo las máquinas, ellos han aparecido con un original genuino.
Es una mezcla asombrosamente coherente de Philip K. Dick, H. P. Lovecraft, Jean Baudrillard, profecía mesiánica, ciencia apocalíptica, misticismo de artes marciales y paranoia tecnológica. La Matrix bien puede ser la película estadounidense sobresaliente de La Matrix (1999) - probablemente la película de acción más detalladamente tramada alguna vez hecha....
Por una parte, es resbaladiza y vagamente carente de alma, con toda la violencia cargada de adrenalina que caracteriza a las películas de MTV de años recientes 
La Matrix es un viaje chamánico en forma dramatizada, adecuada para estar junto a Alicia en el Mundo Maravilloso....

La Matrix es todo esto y un poco más, pero también indudablemente no es para todos. A menos que usted esté preparado para aceptar su premisa - que la realidad es un sueño, controlado por fuerzas secretas para esclavizarnos, y que sólo mediante el "soñar consciente" podemos escapar a nuestra esclavitud y reclamar nuestra naturaleza divina, la película entonces será puro disparate y caos y no más. Indudablemente, millones la vieron y disfrutaron de ella como tal.
Pero La Matrix es ...., una experiencia que doblega nuestros conceptos de lo que es real y lo que no, y nos deja en un punto muy apremiante en verdad.
El argumento de la película se mantiene unido admirablemente, incluso si podemos no notarlo por el momento. Los directores no tienen el tiempo para llevarnos por su laberinto paso a paso; ellos simplemente nos lanzan en él de cabeza, y nos abandonan para que vayamos sacando conclusiones a medida que lo recorremos.
La película comienza a toda velocidad, y no nos da ningún tiempo para ser orientados; está explotando ya nuestro sentido de "lo que es real" antes de que hayamos establecido siquiera la más vaga idea de tal, al punto que, ...., no podemos estar seguros si estamos mirando el sueño o la realidad, u otra cosa por completo.
Este es un mecanismo de desorientación absolutamente eficaz, puesto que es la forma en que el mismo Thomas Anderson (interpretado por Keanu Reeves) siente, cuando su existencia repentinamente va más allá de lo extraño... a lo sobrecogedor.
La Matrix pudo haber sido más que sólo una gran película de ciencia-ficción; pudo haber sido una auténtica obra maestra si hubiera disminuido un poco la acción y nos hubiera dado unos veinte minutos extra (al menos) para establecer al personaje, su mundo de ensueño, y la invasión lenta y constante en el sueño de una realidad escondida y elevada, una que finalmente se abrirá paso y lo arrastrará literalmente gritando al Otro Lado.... la película carece de sutileza, carece de personajes, y por lo tanto carece de cualquier verdadera profundidad psicológica.
....
La historia es brevemente como sigue: Thomas Anderson es un empleado pálido y sin vida de una firma de computación ("Metacortex"), quien también tiene una vida "secreta" como un hacker que vende software ilegal como si fuera una sustancia psicodélica. En qué él está involucrado sólo podemos conjeturarlo, ya que la película no tiene el tiempo para decírnoslo.
De alguna manera, a lo largo del camino, él ha sido puesto en contacto con un hombre llamado Morfeo, un "terrorista" célebre con quien nunca realmente se ha reunido pero que ha estado buscando durante algún tiempo.
A Thomas (Tomás el incrédulo) [2] se le dan indicios y pistas, en primer lugar por la misteriosa Trinity, quien le envía mensajes en su computador que predicen acontecimientos próximos.
Poco después Thomas es arrojado físicamente en "el juego", y dejado allí para correr, esconderse, hacer el salto o caer hasta su muerte. Su involucramiento en este juego comienza cuando él está en su trabajo y recibe una llamada de Morfeo, advirtiéndole que "ellos" están detrás de él. Bastante seguros, los siniestros hombres de negro (agentes del gobierno) en aquel preciso momento se dirigen a su escritorio.
Siguiendo intrincadas instrucciones de Morfeo (quien parece ser capaz de ver el trazado completo del mundo de Thomas como si mirara un mapa), Thomas se mueve sigilosamente por delante de los agentes hacia una oficina vacía. Allí se le pide hacer un salto improbable hacia la seguridad. Él deja de dar el paso - de hecho ni siquiera intenta hacerlo - y en vez de ello permite que sea capturado por los agentes del gobierno.
Él es detenido y se le ofrece un trato: cooperar en el rastreo de Morfeo a cambio de un historial limpio.
Cuando él rechaza el trato, su mundo se transforma sin advertencia en una pesadilla surrealista, cuando el agente cuyo nombre es Smith literalmente hace desaparecer la boca de Thomas, dejándolo mudo y retorciéndose de horror. Los otros agentes lo dominan cuando un ciber-organismo parecido a un parásito metálico pero definitivamente vivo es insertado en su cuerpo, por el ombligo.
En este punto, Thomas se despierta, como de un sueño. Poco respiro se le concede, sin embargo, cuando él es recogido con prontitud por el equipo de Morfeo (también vestido de negro), sujetado a la fuerza en la parte de atrás de una limusina, y sometido a otro extraño procedimiento, donde le remueven el implante parásitario.
Thomas grita de horror: "¡¿Aquella cosa es real?!"
Por ahora no tenemos más pistas que él. Según resulta luego, no es real, pero entonces nada más en su vida tampoco lo es.

Cuando Thomas finalmente encuentra a Morfeo, él encuentra a un hombre Negro regio y muy elegante (Laurence Fishburne), de tonos suaves y seductores que concuerdan con su nombre. En lo que es quizá la parte más inolvidable de la película, Morfeo le explica todo a Thomas durante los aproximadamente veinte minutos siguientes.
En primer lugar, después de su discurso inaugural, él ofrece a Thomas que haga una elección: la píldora azul o la píldora roja. Si toma la primera, él se despertará otra vez y todo eso habrá sido sólo un sueño.
Si toma la roja, sin embargo, él pasará a través del espejo y averiguará,
"cuán profundamente se interna la madriguera del conejo".
Por supuesto, él toma la roja.

Su decisión ya está incorporada en la oferta de Morfeo, porque, si es sólo un sueño, ¿por qué no tomar la roja?; y si no lo es, entonces ¿por qué tomar la azul?.
Pero a lo que Thomas se somete a consecuencia de la píldora roja se parece al peor viaje de todo buscador psicodélico. Como el traidor Cypher lo dice:"¿Por qué, ah, por qué tomé aquella maldita píldora?"
Thomas es desgarrado desde un no tan dichoso olvido, y se le da la horrible Verdad literalmente destructora de la mente: que él es un esclavo para un orden de seres inorgánicos que hasta ese momento él ni siquiera sabía que existían.
Morfeo explica que el año no es realmente 1999, que es de hecho probablemente un siglo más tarde, y que aquella civilización mientras tanto ya ha sido destruida, y que a consecuencia del descubrimiento de la Inteligencia Artificial (IA), en algún punto a comienzos del siglo veintiuno, se produjo un enfrentamiento entre el hombre y las máquinas - entre la creación y el creador (exactamente como en The Terminator) - y las máquinas ganaron.
La IA descubrió un medio no simplemente para destruir la civilización y heredar la Tierra (una perspectiva limitada, en el mejor de los casos), sino de desarrollar por sí misma cuerpos cibernéticos semi-orgánicos, usando a los seres humanos como su fuente primordial de energía. (Las máquinas eran potenciadas con la energía solar, pero la catástrofe tramada por los humanos bloqueó el Sol). Para lograr este objetivo, los seres humanos fueron esclavizados en masa.
Ellos fueron puestos en un sueño profundo, y se creó un sueño colectivo para mantenerlos manejables y dóciles, como bebés en sus cunas, mientras su fuerza vital les era succionada. La gente es engendrada y criada directamente en estas incubadoras, y alimentada intravenosamente con los restos licuados de los muertos.
esto no se parece para nada con lo que vivimos, Cierto????
.... Lo más decepcionante en La Matrix es su confianza en los términos familiares de las películas de acción, presentando la violencia y la "resistencia" como los únicos medios para vencer a la tiranía.
De aquí que el entrenamiento que Morfeo aplica sobre Thomas - ahora Neo, el Único (Neo, One, Eon) - está centrado en torno a la "liberación de su mente", en hacerle comprender que de hecho él no está restringido por las leyes del cuerpo en absoluto sino sólo por su creencia en ellas.
Los "agentes" de la IA, aunque todavía sujetos a las leyes de la Matriz, no están restringidos por las mismas creencias que acosan a los humanos. Ellos son capaces de cambiar de forma y de realizar otras hazañas milagrosas, pero incluso éstas están dentro de ciertos límites aparentes.
Obviamente, la Matriz debe sustentar y mantener constante su espejismo de la realidad, porque de otra manera los durmientes comenzarán a despertar. Entonces estos agentes deben moverse de manera sutil, dentro de restricciones, y al menos aparentar ser humanos. Aunque la Matriz pueda cambiar todo lo que quiera dentro del juego, todavía tiene que tratar con las conciencias individuales vivientes que ha esclavizado allí.
De ahí que esté limitada por sus propios mecanismos: si quiere mantener su sujeción no puede realizar demasiados trucos excesivamente imposibles, porque esto sólo servirá a largo plazo para dar poder a los luchadores rebeldes, liberando sus mentes de la "tiranía de la continuidad” (Tiempo), de la cual el programa entero depende.
De Neo - como el Elegido - se espera que cambie la marea a favor de la insurrección humana, el "despertar", cambiando el equilibrio, dando el salto, tanto literal como metafóricamente, desde ser un simple jugador a ser el dueño del juego, desde ser un hombre corriente a ser un chamán, y un semidiós.
La película es sobre su propio renacimiento espiritual - su acceso a la conciencia - y ésta es su fuerza principal, la que le da su resonancia, 
Neo, el Mesías, es "el Elegido" en virtud de alguna capacidad no especificada de la mente.

Por supuesto Neo debe morir para nacer de nuevo. Como el único momento que la película tiene de verdadera interacción humana, el mundo es salvado por un beso. Neo es atrapado dentro de la Matriz y tiene que luchar por su vida, pero es vencido por agentes enemigos y baleado a quemarropa.
Lo pone en libertad. Él se levanta, nacido de nuevo. Los agentes (esos fastidiosos demonios) reanudan su ataque, pero Neo simplemente se encoge de hombros y sacude su cabeza, con quizá la más débil de las sonrisas. Su gesto es elocuentísimo: la confianza que excede lo humano, la confianza de un holograma dentro del universo holográfico, de uno quien es todo - la cuchara, las balas, el universo - porque él no es nada en absoluto.
De aquí que su muerte no sea simbólica ni figurada, sino literal. Chamánicamente, él cruza por el puente del arco iris hacia el mundo superior y allí su cuerpo es reemplazado por los espíritus; él regresa, con una imagen perfecta en el lugar de la carne. Como Jesús y su gemelo.
De cualquier modo, La Matrix es el mito sin el psicodrama; carece de cualquier profundidad teológica, más allá de sus nociones de zen y hechicería, y no crea ninguna llamativa imagen religiosa o iconografía para que corresponda a su disposición apocalíptica.
Percibiremos la matriz de nuestra mente como la trampa mortal en que se ha convertido. Y en ese punto no tendremos sino una de dos opciones: la píldora azul o la roja.
En La Matrix el enemigo está en todas partes y en ninguna.
Ya que la IA es una creación de la Humanidad, obviamente el enemigo somos nosotros mismos. Pero al mismo tiempo las entidades de la máquina inorgánica han evolucionado en una especie hacia ellas mismas, y de ahí que puedan ser vistas como encarnaciones vivientes de este "mal", aunque es nuestro propio mal.
Como Morfeo lo dice, "Ellos son todavía parte del sistema, y eso los convierte en nuestros enemigos... La mayor parte de esta gente no está lista para ser desconectada. (Ellos) son tan inertes, tan desesperanzadamente dependientes del sistema, que lucharán para protegerlo"....