Voy a explicar que ocurre desde las ciencias, la física, en la relación de una sesión de Reiki con la Resonancia Schuman…
Las ondas del cerebro del practicante y del receptor se sincronizan en el estado alfa, lo cual es característica de una relajación y meditación profunda, pero además actúa una pulsación en unión con el campo magnético de la tierra, conocido como la Resonancia Schuman.
Durante esos momentos, el campo bio-magnético en las manos del practicante es 1000 veces más grande de lo normal, y no es por supuesto el resultado de la corriente interna del cuerpo.
Toni Bunnell (1997) sugiere que es la conexión de los campos de energía entre el practicante y la tierra lo que permite al practicante atraer energía de la ‘infinita fuente energética’ o ‘campo energético universal’ a través de la Resonancia Schuman.
El Profesor Paul Davies y el Dr. John Gribben en El Misterio de la Materia (1991), exponen la forma de ver la física quantum de un ‘universo viviente’, en el cual, todo está conectado en una ‘red viviente interdependiente’.
Todo esto da a entender, la subjetiva experiencia de ‘unidad’ y ‘conciencia expandida’ relacionada para los que regularmente reciben o se tratan ellos mismos con Reiki.
.Estas pulsaciones poseen la misma frecuencia que las ondas del cerebro, y oscilan subiendo y bajando de 0.3 a 30 Hz, concentrándose en su mayor parte en 7 y 8 Hz, estado alfa.
Investigaciones médicas independientes han demostrado que esta variedad de frecuencias estimularía la sanación en el cuerpo, con frecuencias específicas,
7 Hz crecimiento de los huesos, 10Hz reparación de los ligamentos, y 15 Hz formación de vasos capilares.
Equipos médicos para Fisioterapia han sido desarrollados basados en estos principios, para ayudar la regeneración de los tejidos blandos, y la tecnología de ultrasonidos es usada para limpiar arterias bloqueadas y desintegrar piedras en los riñones.
También, hace muchos años que se conoce que con el uso de un dispositivo eléctrico especial, al poner su alambre alrededor de una fractura difícil de consolidar, estimulara el crecimiento del hueso y su reparación.
Estas ondas del cerebro no se confinan al cerebro solamente, sino que viajan a través de todo el cuerpo por el sistema neural, la envoltura alrededor del tejido que conecta a todo el sistema nervioso.
Durante un tratamiento, estas ondas comienzan con una pulsación débil en el tálamo del cerebro del practicante, recogiendo y acumulando fuerza en el fluir a través de los nervios periféricos en el cuerpo, incluyendo las manos.
El mismo efecto es reflejado en la persona que recibe el tratamie
nto, y se sugiere que este es el sistema, más que ningún otro, el que regula las reparaciones de las lesiones y el balance en el sistema.
Esto demuestra una forma muy especial de Reiki (y terapias similares), en que ambos practicante y cliente reciben los beneficios de un tratamiento, lo cual lo hace muy eficiente.
