viernes, 6 de marzo de 2015

Sobre... La Contrastación de las Teorías


¿Qué significa contrastar una teoría?
En la visión tradicional, las hipótesis o teorías son el centro 
de la adquisición de conocimiento.
 La investigación científica comienza con la formulación de problemas. Las hipótesis o teorías son respuestas, o intento de soluciones, 
a los mismos. 
Tales “soluciones” son conjeturas.

El objeto de la ciencia es la explicación y la predicción, para lo cual se requieren leyes universales. 
La estructura lógica de ambas formas argumentales es idéntica: consiste en deducir un enunciado singular observacional a partir de un conjunto de premisas que contienen al menos una ley y enunciados singulares pertinentes. 
A las hipótesis solo puede asignárseles un uso predictivo o explicativo
 si han sido convenientemente evaluadas. 
El primer paso de la evaluación es examinar su coherencia interna 
y con el cuerpo de conocimientos admitidos. 
El siguiente es el control empírico o contrastación. 
La contrastación combina el razonamiento lógico (deducción) 
y la observación empírica.

El método de contrastar críticamente las teorías y de escogerlas, teniendo en cuenta los resultados obtenidos en su contraste, procede siempre del siguiente modo.
  • Presentada a título provisional una idea, aun no justificada en absoluto, se extraen conclusiones de ella por medio de la deducción lógica;
  • esas conclusiones se comparan entre sí y con otros enunciados pertinentes, con objeto de hallar las relaciones lógicas (equivalencia, deductibilidad, compatibilidad, etc.) que existan entre ellas.

Procedimientos de constrastación de teorías 
Se pueden distinguir cuatro procedimientos de llevar a cabo la contrastación de una teoría:
  • Se encuentra la comparación lógica de las conclusiones unas con otras: con lo cual se somete a contraste la coherencia interna del sistema.
  • Se estudia la forma lógica de la teoría, con objeto de determinar su carácter: si es una teoría empírica –científica- o si, por ejemplo, es tautológica.
  • Comparación con otras teorías, cuya principal mira es averiguar si la teoría examinada constituiría un adelanto científico en caso de que sobreviviera a las diferentes contrastaciones a que la sometemos.
  • Analizando las aplicaciones empíricas de las conclusiones que pueda deducirse de ella.
Con el último punto se pretende descubrir hasta qué punto satisfarán las nuevas consecuencias de la teoría –sea cual fuere la novedad de sus asertos- a los requerimientos de la práctica, ya provengan éstos de experimentos puramente científicos o de aplicaciones tecnológicas prácticas. 
También en este caso el procedimiento resulta ser deductivo; así, con ayuda de otros enunciados anteriormente aceptados se deducen de la teoría a contrastar ciertos enunciados singulares –“predicciones”-; en especial, predicciones que sean fácilmente contrastables o aplicables. 
Se eligen de estos enunciados los que no sean deducibles de la teoría vigente, y, más en particular, los que se encuentren en contradicción con ella.
 A continuación tratamos de decidir en lo que se refiere a estos enunciados deducidos (y a otros), comparándolos con los resultados de las aplicaciones prácticas y de experimentos. 
Si las conclusiones singulares resultan ser aceptables, overificadas, la teoría a que nos referimos ha pasado con éxito las contrastaciones: no hemos encontrado razones para desecharla. 
Pero si la decisión es negativa, o sea, si las conclusiones han sido falsadas, esta falsación revela que la teoría de la que se han deducido lógicamente es también falsa.
Conviene observar que una decisión positiva puede apoyar a la teoría examinada sólo temporalmente, pues otras decisiones negativas subsiguientes pueden siempre derrocarla. 
Durante el tiempo en que una teoría resiste contrastaciones exigentes y minuciosas, podemos decir que ha “demostrado su temple” o que está “corroborada” por la experiencia.
En el procedimiento que acabamos de esbozar no aparece nada que pueda asemejarse a la lógica inductiva.
En ningún momento se ha asumido que podamos pasar por un razonamiento de la verdad de enunciados singulares a la verdad de teorías. 
Tampoco se ha supuesto que en virtud de unas condiciones “verificadas”, pueda establecerse que unas teorías sean “verdaderas”, ni siquiera meramente “probables”.
Iremos profundizando en entradas sucesivas, haciendo especial hincapié en los siguientes temas:
  • La verificación y la confirmación.
  • El falsacionismo de Popper.
  • Los experimentos cruciales y el problema de la carga teórica.
  • Convencionalismo, holismo y falsacionismo refinado.