lunes, 13 de abril de 2015

3 + 1 = 0

3+1= 0, porque 4 estaciones hay sobre estos cielos grises de niebla.
 1+3 son los tiempos del ser mientras aparece y desaparece. 
4 los movimientos principales de las sonatas.
 0 sintetiza presencia y ausencia a un tiempo. 
1 es el punto extra, el sexto sentido que nos permite averiguar la fórmula orgánica del alcohol etílico más allá de cualquier sexo.
 La quintaesencia de lo que podríamos haber sido sin el 3. 
En la noche, nuestra única madre, celebro que tú implicas 3,
 (2+1) mientras a mi terceto sólo se une la nada (0).
 Por suerte pronto te alcanzaré y juntos seremos dos cuartetos
 (4 personalidades múltiples por 2) 
listas para generar la obertura del concierto.
El tiempo nos alumbra mientras corremos hacia su agujero infinito
 de devastación. 
El tiempo es un contrapunto de jazz mal entendido. 
El tiempo es difícil, pero tú sumas 3 dieces más uno. 
Tu ya eres un 1 por 30 más 2 menos uno. 
Me gusta que no aparezca el 4 en el razonamiento. 
Acabas de adquirir el átomo que te transforma.
 Dejaste de ser oxígeno para convertirte en ozono.
 Dejaste de ser monóxida, sino fecunda, pasando de la incómoda
 nada que no existe. 
Dejaste de matar para animar nuestra fotosíntesis.
 Esta composición de universos vacíos nos hará brillar, no lo dudes. 
Hoy es 13. Hoy eres tú, mi Sol, o luna nueva más allá de las esferas 
que son las demás lunas. 
Hoy todo es euforia y fiesta. 
Porque mañana no será nunca.

 Porque 3+1=0.