viernes, 10 de abril de 2015

NO HABRÁ 4 DÍAS DE OSCURIDAD EL 26 DE AGOSTO DE 2015 (NI EN NINGUNA OTRA FECHA)

Bueno, bueno, parece que a los autores de las páginas web de conspiraciones no les sentó bien que el día 21 de diciembre de 2012 no se acabara el mundo (luego se escudaron que no se trataba de un fin del mundo real, sino espiritual y entendido cambio de mentalidad global, menuda pataleta), así que ahora se dedican a decir que el 21 de diciembre de este año la Tierra se verá sumida en la oscuridad durante 3 días.
Así empecé este mismo artículo el año pasado, cuando las páginas web de conspiraciones anunciaron 3 días de oscuridad para navidades. Como recordarán todos, no pasó nada.
El mismo bulo ha vuelto a aparecer otra vez, esta vez afirmando que los días de oscuridad ocurrirán a finales de agosto.
 Por suerte, este tipo de páginas son tan cutres que simplemente se limitan a copiar y pegar los bulos una y otra vez, cambiando un poco las fechas de las predicciones, así que todo lo que expliqué en su día sigue siendo válido para este mismo bulo.
En este artículo explicaré por qué no pueden ocurrir ningún número de días de oscuridad
Así podrán enseñárselo a vuestro amigo que no deja de dar la lata con el tema y dejará de preocuparse por finales del mundo imaginarios de una vez por todas.
Todos los bulos que he encontrado utilizan fenómenos diferentes para explicar estos tres días de oscuridad porque la blogosfera conspiranoica es como una partida gigantesca del juego del teléfono roto.
 Sin embargo, todos ellos parecen compartir un punto en común: dicen que esta declaración fue hecha por el mismo director de la NASA, Charles Bolden.
Por supuesto, ninguno de los “artículos” muestra un comunicado en el que el director de la NASA haga estas declaraciones, lo que de por sí ya debería hacernos sospechar que se trata de un fraude.

He estado buscando alguna prueba de que Charles Bolden afirmara algo sobre estos tres días de oscuridad y al final he dado con una página esotérica en inglés que habla sobre este mismo tema y que adjunta el siguiente vídeo en el que sí aparece el director de la NASA… 
Y, cómo no, no dice absolutamente nada al respecto.
Les resumo el discurso, por si no tienen ganas de verlo: cada año la NASA participa en simulacros de emergencias organizados por la Federal Emergency Management Agency (FEMA, la Agencia Federal de Administración de Emergencias) y, tras acudir a uno de ellos, el director de la NASA estuvo pensando en la seguridad de su familia, así que se le ocurrió que estaría bien recordar a la población general que está bien tener un plan de emergencia familiar en caso de que se produjera algún desastre natural, que son la causa de mueren 399 muertes anuales en EEUU
En ningún momento menciona nada remotamente parecido a que vayamos a vivir
 3 días de oscuridad el 21 de diciembre de 2014.
¡Ah, pero ya veo lo que está pasando! 
¡El director de la NASA sabe que está a punto de ocurrir algo gordo y el gobierno no le permite hablar directamente, así que utiliza este discurso aparentemente superficial para avisarnos del apocalipsis inminente! 
El apocalipsis inminente se está retrasando 3 años porque este discurso fue pronunciado, como mínimo, antes del 29 de Junio de 2011 momento en el que fue publicado el vídeo, que ya fue utilizado por aquel entonces para justificar la supuesta llegada a la Tierra de un planeta llamado Niburu que debía aniquilarnos.

¿Y entonces por qué dicen estas páginas web que vendrán tres días de tinieblas si ni siquiera es verdad?
Por lo mismo de siempre: la primera impresión que provocan este tipo de noticias es miedo, así que una gran cantidad de gente las lee y las comparte.
 Gracias a esta cascada de visitas, las páginas sensacionalistas se lucran con la publicidad que tienen repartida por toda la web. 
O sea, que se inventan mentiras constantemente para mantener el flujo de visitas a sus páginas y de dinero a sus bolsillos.
Espera, no tan rápido… ¿Y si realmente alguna de las páginas web “conspiranoicas” tuviera razón y nos espera un cataclismo de verdad?
Vamos a analizar la información brindada por las noticias y veamos si se sostiene por algún lado con lo que sabemos de nuestro sistema solar. 
Muchos portales informativos en internet ya han desmentido esta noticia, pero lo que no ha hecho nadie (al menos que yo haya encontrado) es explicar por qué no tiene ni pies ni cabeza.
En primer lugar, los diversos portales de “noticias” que brindan esta información no se ponen de acuerdo en qué será lo que provocará los tres días de oscuridad: unos dicen que habrá una alineación de los planetas que tapará el sol durante esos días, otros que se desatará una tormenta solar que durará 3 días y será la más grande que hemos visto en 50 años y el resto que se producirá un eclipse galáctico durante el cual pasaremos por una zona oscura de la galaxia que absorberá toda la luz solar o que un agujero negro se interpondrá entre nosotros y nuestra estrella.
Así que vamos a analizar cada caso.
1) UNA ALINEACIÓN DE LOS PLANETAS TAPARÁ EL SOL.
Para ver que esta teoría no tiene ningún sentido no hace falta ser astrónomo, basta con conocer el orden en el que están colocados los planetas en el sistema solar y tener una ligera idea de sus tamaños y las distancias que los separan.
En esta imagen podemos ver el tamaño a escala de los principales cuerpos que componen nuestro sistema solar, aunque las distancias que los separan entre ellos son irreales.
La separación entre cada planeta no aparece a escala porque se trata de distancias tan grandes y dispares entre ellas que no se pueden representar con claridad en una imagen que quepa en la pantalla de un ordenador. 
Creo que el siguiente vídeo ilustra a la perfección el desolador vacío que ocupa la mayor parte del sistema solar usando una pelota de 1 metro de diámetro y escalando el tamaño de los planetas y las distancias que los separan a partir de esta referencia.

Volviendo al tema, según el artículo del que nos concierne, una alineación planetaria nos taparía la luz solar durante 3 días a partir del 21 de diciembre.
Pero, claro, la Tierra es el tercer planeta contando desde el sol y sólo nos pueden tapar la luz solar los planetas que se interponen entre nosotros y nuestra estrella, que son Mercurio y Venus. No sólo eso: Venus es más grande que Mercurio así que, si los dos se alinearan, Venus bloquearía la sombra del propio Mercurio, cuya presencia sería irrelevante de todas maneras.
Por tanto, para bloquear la máxima cantidad de luz solar posible y provocar algo parecido a tres días de oscuridad, Mercurio y Venus no pueden estar alineados, sino en una posición en la que ambos tapen una parte distinta del disco solar.
Pongamos cifras al problema para ver cuánta luz solar nos taparían nuestros vecinos.
El sol mide unos difíciles de imaginar 1.400.000 kilómetros de diámetro. Mercurio y Venus, tienen diámetros de 4.787 y 12.000 kilómetros, respectivamente. 
Esta diferencia de tamaño abismal ya parece sugerir que Mercurio y Venus no van a dejarnos sin luz  solar pero, bueno, también es verdad que cada cuerpo celeste se encuentra a una distancia diferente de nosotros: el sol está a 150.000.000 km y la distancia tanto a Mercurio como a Venus varía según el punto de su órbita en el que se encuentren. 
En sus puntos más cercanos,Mercurio está a 77 millones de kilómetros de nosotros y Venus a 38 millones de kilómetros.
Podemos calcular cómo se verá de grande en el cielo cada uno de estos objetos con tamaños distintos y separados de nosotros a diferentes distancias, en términos angulares, usando esta calculadora online.
 El resultado: sol ocupa 0.53476º en el cielo, Mercurio 0.003562º y Venus 0.018244º.
¿Y eso significa que pueden tapar el sol?
Al contrario.
Esto significa que, desde la Tierra, el diámetro aparente de Mercurio aparece 150 veces menor que el del sol y el de Venus 29 veces menor. 
Es por eso que, cuando Mercurio o Venus pasan por delante del sol (un fenómeno al que los astrónomos llaman “tránsito”), no nos enteramos a menos que enfoquemos un telescopio hacia nuestra estrella. 
Entonces nos encontramos con esto:

Tránsito de Mercurio el 8 de noviembre de 2006 y de Venus el 5-6 de junio de 2012. 
El último tránsito de Venus ocurrió en verano de 2012 y no estuvimos 3 días en completa oscuridad. Incluso aunque, por arte de magia, el planeta consiguiera alterar significativamente la cantidad de luz que recibimos del sol pese a su pequeño tamaño, el evento no duraría 3 días, ya que Venus tan sólo tarda entre 3 y 7 horas en cruzar el disco solar.
Como se puede deducir en base a estas imágenes: no, una alineación planetaria no nos va a tapar el sol. Vamos con la siguiente hipótesis sacada de la manga.
2) UN AGUJERO NEGRO SE INTERPONDRÁ ENTRE EL SOL Y LA TIERRA Y TAPARÁ EL SOL.
Parece que la idea general de un agujero negro es un monstruo inmenso que arrastra hacia sus fauces cualquier cosa que pase remotamente cerca de él. 
Existen dos tipos de agujeros negros. 
Unos tienen una masa millones de veces superior a la de nuestro sol, pero están confinados en el centro de las galaxias y no pueden interponerse entre nuestra estrella y la Tierra.
 Luego están los agujeros negros formados a partir de la explosión de una estrella y que tienen entre 3.8 y 33 masas solares pero, pese a tener una masa tan inmensa, tan sólo miden unos pocos kilómetros de diámetro.
Todos hemos escuchado eso de que “ni siquiera la luz puede escapar de un agujero negro“. Bueno, esta frase también necesita una reforma: ni siquiera la luz puede escapar de un agujero negro si se acerca lo suficiente.
Cualquier rayo de luz que pase cerca de un agujero negro pero no lo suficientemente cerca como para ser absorbido hacia su interior, simplemente verá su trayectoria desviada, como explicaba en esta entrada sobre lentes gravitacionales.
La gravedad de una galaxia desvía la luz de otra galaxia que tiene detrás, actuando como una lente. 
En un agujero negro, la distancia a la que la fuerza gravitatoria es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de su influencia se llama el radio de Schwarzchild. Este radio es el que forma la circunferencia del “disco” negro que forma un agujero negro.
Teniendo esto en cuenta, podemos calcular que un agujero negro normalito, con una masa de 10 veces la de nuestro sol, tendría unos disco 29.5 kilómetros de diámetro. 
Teniendo en cuenta que 0.0128º es el menor tamaño angular que puede detectar la vista humana media, este agujero negro tendría que estar al un mínimo de 132.050 kilómetros para ser visible como un punto negro apenas perceptible en el cielo, 42 veces más pequeño que el disco solar.
 Para que el agujero negro en sí tapara el sol, debería estar a 3.161 kilómetros.
Al ser un objetos tan pequeños con campos gravitatorios tan fuertes, los agujeros negros absorberían muy poca luz solar. Su campo gravitatorio provocaría un efecto similar al de una pequeña lente con un centro opaco cruzando por delante del sol. Seguramente a simple vista ni lo notaríamos pero, enfocando un telescopio hacia el fenómeno, veríamos algo así:

En este otro vídeo podemos ver el mismo efecto, pero el agujero negro pasa frente a una estrella tan alejada como para desviar toda su luz.
O sea, que un agujero negro pasando por delante del sol tampoco nos traería tres días de oscuridad.
De todas maneras, si de verdad un agujero negro pasara entre la Tierra y el sol, entonces los supuestos tres días de oscuridad serían nuestra menor preocupación. 
Un objeto con varias masas solares tan cercano destrozaría el equilibrio gravitatorio del sistema solar: las órbitas de los planetas serían alteradas y la Tierra podría ser lanzada contra el sol o contra otro planeta, o simplemente colocada en una órbita más alejada donde el calor del sol no fuera suficiente como para sustentar la vida en el planeta.
Pero que tampoco os quite el sueño este escenario apocalíptico porque el agujero negro más cercano se encuentra a 3.000 años luz de distancia, más que suficiente como para que no venga a molestarnos estas navidades.
3) EL SISTEMA SOLAR PASARÁ POR UNA FRANJA OSCURA DE LA GALAXIA QUE BLOQUEARÁ LA LUZ QUE RECIBIMOS DEL SOL.
No he encontrado ninguna noticia en la que se especifique qué es esa franja oscura. Además dicen que se trata de un suceso que ocurre cada 26.000 años, seguramente para intentar dar seriedad a sus afirmaciones con una cifra aleatoria, porque realmente se lo han sacado de la manga.
Lo único que podría provocar este fenómeno (al menos que a mí se me ocurra) es una nube de gas interestelar muy densa. Y probablemente ni siquiera llegaría a interponerse suficiente gas entre el sol y la Tierra como para tapar la luz del sol.
El sistema solar está rodeado por una burbuja magnética protectora, generada por el viento solar, que bloquea la entrada de partículas cargadas..
El espacio interestelar no está vacío: cada centímetro cúbico contiene un par de átomos flotando. A medida que el sistema solar se mueve alrededor del centro galáctico se va encontrando con estos átomos (casi todos de hidrógeno o helio), que son bloqueados y desviados por la heliopausa.
Por ello nuestro paso por una nube de gas interestelar no llegaría a taparnos la luz del sol, pero tendría consecuencias mucho peores: las nubes de gas interestelar tienen una densidad media 100 veces mayor a la del propio espacio interestelar (unos 100 átomos por centímetro cúbico). En contacto con la helipoausa, estas nubes ejercerían la presión suficiente sobre ella como para hacer retroceder sus límites actuales (se extiende hasta 4 o 5 veces la distancia a Plutón) hasta algún punto entre las órbitas de Saturno y Urano.
Pese a que la Tierra seguiría protegida de la nube por el viento solar, la heliopausa no sería un escudo 100% efecivo. Un muro de gas se acumularía en los límites de la heliopausa y parte de él se colaría en el sistema solar interior, donde los átomos de hidrógeno reaccionarían con el oxígeno terrestre, convirtiéndolo en agua y reduciendo las reservas de nuestro gas astmosférico vital
Por otro lado, una helipoausa tan pequeña no sería un escudo eficaz contra los rayos cósmicos, por lo que la cantidad de radiación a la que nos veríamos expuestos aumentaría.
Pero, una vez más, esto no ocurrirá el 21 de diciembre de este año, ya que no se espera que nos crucemos con una nube de gas particularmente densa hasta dentro de 50.000 años.
Y la última predicción catastrofista es…
4) LOS TRES DÍAS DE OSCURIDAD SERÁN PROVOCADOS POR UNA TORMENTA SOLAR QUE DURARÁ TRES DÍAS Y QUE SERÁ LA MAYOR VISTA EN 50 AÑOS.
Esta última me ha dejado un poco confundido. Algunas páginas dicen sin entrar en ningún tipo de detalle que una tormenta solar desatará los tres días de oscuridad. 
Esto no tiene ningún sentido, porque las tormentas solares no afectan de manera significativa al brillo de nuestra estrella y, en todo caso, pueden aumentar breve e imperceptiblemente su luminosidad.
Otras páginas van más allá y aseguran que todo esto de los tres días de oscuridad no es más que un rumor, PERO que lo que sí está demostrado es que el 21 de diciembre de 2014 una megatormenta solar azotó la Tierra, friendo nuestros equipos informáticos y desatando el caos.
Aunque no es mentira que una tormenta solar muy potente podría poner en peligro equipos electrónicos que no estén protegidos, se trata de un fenómeno muy infrecuente y no tenemos manera de predecir cuándo van a ocurrir con tanta precisión.
Muchas noticias atribuyen esta predicción a un tal Ashley Dale, científico de la universidad de Bristol.
Es cierto que Ashley Dale (igual que muchísimos otros científicos) ha advertido del riesgo “inminente” de una gran tormenta solar y que deberían tomarse medidas al respecto, pero ese inminente no significa que vaya a tener lugar hoy o mañana o a finales de este año, sino en un futuro cercano
Lo único que podemos hacer para predecir tormentas solares es hacer proyecciones basadas en la actividad reciente del sol, como las publicadas en la revista Space Weather en 2014, donde se llegaba la conclusión de que existe una probabilidad del 70% de que ocurra una gran tormenta solar de aquí al año 2016