lunes, 22 de junio de 2015

¿Cómo se transmite el calor?

Como-se-transmite-el-calor-00.jpg

El calor es la trasferencia de energía de un cuerpo a otro. Esa es la definición más abstracta, y a la vez la más clara, de qué es el calor.
 Los átomos de la materia se encuentran en permanente movimiento, lo cual requiere y genera energía. 
La energía nunca se destruye, siempre se transforma y se transmite a otros cuerpos. Ahora bien, ¿de qué modo se transmite la energía?
 O, lo que es lo mismo, ¿cómo se transmite el calor
El calor se transmite de tres formas: radiación, convección y conducción. Veamos en detalle cada una de ellas.

Radiación, convección, conducción

Como-se-transmite-el-calor-01.jpg
  • La radiación es la trasmisión de calor entre dos cuerpos, que inicialmente están a diferentes temperaturas, sin que exista un conductor sólido entre ambos. Es la emisión de ondas electromagnéticas que genera cualquier cuerpo que se encuentra a una temperatura mayor que el cero absoluto.
  • La convección es la transmisión de calor entre las substancias, es decir, entre fluidos. Se produce o bien gracias al movimiento natural o a la circulación forzada (gracias a molinos, turbinas o ventiladores).
  • Y por último, la conducción es la propagación de calor a través del contacto directo entre dos cuerpos sólidos. 

El frío no existe

Como-se-transmite-el-calor-02.jpg
Definimos el calor y ya sabemos cómo se transmite. 
Ahora bien, ¿qué es el frío, entonces? El frío, en realidad, no existe
. El frío no es más que la ausencia de calor y, de hecho, la total ausencia de calor está limitada a los cuerpos que se encuentran en el cero absoluto. 
En otras palabras, significa que el frío no existe pues no es más que el bajo nivel de energía o, en un caso extremo, la ausencia total de ella. Cuando tenemos frío, en realidad, lo que tenemos es no-calor. De hecho no podemos sentir el frío, porque el frío no es nada más que la ausencia de calor
El frío no se puede meter en ningún lado, lo que sucede es que el calor se disipa. 
Durante el invierno el aire de la atmósfera tiene una baja temperatura, mientras que nuestro cuerpo se mantiene a una temperatura relativamente constante de unos 37 grados Celsius. Como el calor se transmite entre cuerpos o fluidos de diferente temperatura, nuestro cuerpo disipa o propaga su calor hacia el ambiente. 
Naturalmente, como todos sabemos, para evitar que eso suceda debemos poner barreras entre nuestro cuerpo y el aire no-caliente para evitar perder calor y descender hasta temperaturas peligrosas para nuestra salud.