sábado, 7 de noviembre de 2015

LENTES GRAVITACIONALES


Ni siquiera la luz puede escapar de un agujero negro” es una frase que suena familiar aunque no se sienta ningún interés por la astronomía. Y es verdad, la fuerza gravitatoria de un agujero negro es tan grande que absorbe hasta la luz, pese a que viaje por el espacio a 300.000 kilómetros por segundo.
 Pero no hay que ser una singularidad de densidad infinita para tocarle la moral a la luz.
Pero, si los fotones, las partículas que componen la luz, no tienen masa- estamos simplificando para no soltar una parrafada extra, físicos, por favor, detened a vuestros sicarios-
 ¿Cómo puede afectarles la fuerza de la gravedad?
La gravedad como la entendemos, según la Relatividad General, no es exactamente una fuerza que ejerce su influencia sobre las cosas, sino una distorsión del espacio-tiempo.
La manera de representarlo es el típico ejemplo de la bola sobre una malla.

 Si el espacio fuera una malla elástica estirada, entonces la gravedad sería la distorsión que un objeto crea al posarse sobre ella.

 Cualquier cuerpo que intente atravesar esta distorsión va a ser desviado, ya sea un planeta, Ronnie Coleman, un asteroide o la propia luz.


Aunque, para representar mejor el fenómeno de la gravedad y la malla, habría que añadirle una tercera dimensión a la malla, meter la bola dentro y que de alguna manera esta tirara de ella en todas direcciones.
 Es un ejemplo algo más contraintuitivo, pero queda algo así


Así que cuando un objeto muy masivo, normalmente una galaxia, se interpone entre nosotros y algo brillantela distorsión que crea en el espacio desvía la luz a su alrededor y nos la devuelve con un ángulo diferente.
Desde nuestro punto de vista no percibimos esa desviación, y nos parece que el objeto está ahí de donde viene la luz.


A escala en la imagen: nada.
Hay muchos grados de desviación, según la masa del cuerpo que actúa como lente, la distancia a la que esté del objeto y de nosotros. 
Con esta herramienta se puede jugar un poco con estos parámetros y ver la lente gravitacional resultante.
Hay muchos ejemplos de lentes gravitacionales, el más famoso de ellos es la “cruz de Einstein”, a quien se le dio el nombre de este afamado científico porque en parte lo predijo cuando desarrolló la relatividad general.


“¿Revoluciono la física y me lo agradecen poniéndole
mi nombre a ESTO?” – Albert Einstein. 
Y, como siempre, la cosa se sale de madre por algún lado.
En este caso, son las estrellas de neutrones las que rompen el saco