sábado, 12 de diciembre de 2015

Apenas penas...


En un bar de agitado movimiento, 
la pena inapetente del poeta, 
escribe del dolor, hora completa, 
con tinta de su aliento. 
Detrás de la ventana la silueta 
de una niña ligera como el viento, 
desfila ante sus ojos y al momento, 
"pasó el amor", anota en su libreta. 
Con el alma en unción de desvarío, 
apunta en el reverso de la hoja: 
"La lluvia nos aleja y hace frío 
y un otoño de besos se deshoja, 
la lágrima de lluvia que nos moja 
parece un escarmiento de rocío" 

Del libro De diluvios y andenes.