sábado, 23 de enero de 2016

Desplante... Un cuento al día.

  Resultado de imagen para hombre caminando

Landelino Ortega vio acercarse a Pepe Villa,
 un minuto antes de que dieran las ocho.

 Con mucha calma, rodeó el mostrador de la mercería y fue a esperarlo a la puerta.
 Cuando lo tuvo enfrente, al otro lado del cristal, echó el tranco de golpe 
y se señaló el reloj con el dedo.

Pepe Villa se quitó el pelo empapado de la frente y, con ojos suplicantes, 
abrió en el aire un paraguas invisible.
 Landelino Ortega negó varias veces con la cabeza y observó con impavidez cómo su vecino se alejaba chorreando lluvia, encogido por el peso del aguacero.

Luego volvió al mostrador e hizo caja.
Se fue a casa preocupado. 
Si las ventas no mejoraban, iba a tener que cerrar el negocio.

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