Acuerdo con la interpretación de los Mundos Múltiples de la física cuántica, vivimos en una red infinita de líneas de tiempo alternativas.
Es una afirmación muy seria que conlleva algunos serios problemas científicos, filosóficos y existenciales. Y aquí están las nueve más extrañas consecuencias posibles.
Hace unos años hicimos un artículo sobre la Interpretación de los Muchos Mundos (IMM), pero vale la pena hacer una revisión rápida. Para aquellos que estén familiarizados con el concepto, no duden en ir adelante.
Según una hipótesis ideada por el físico cuántico Hugh Everett, vivimos en un universo, -o más exactamente un multiverso-, donde las líneas temporales se ramifican creando diferentes y coherentes mundos, cada uno experimentado por una versión diferente tuya.
Los físicos cuánticos han utilizado la IMM para reconciliar una incómoda deficiencia de la Interpretación de Copenhague*, a saber, la afirmación de que el fenómeno no observado puede existir en estados duales.
Así que en lugar de decir que el gato de Schrödinger está a la vez vivo y muerto, muchos teóricos de la IMM dirían que el gato simplemente se ha “ramificado” en dos mundos diferentes: uno en el que está vivo y otro en el que está muerto.
Unos sesenta años después de su introducción, la IMM sigue siendo muy controvertida. En una encuesta de 2015 a físicos cuánticos, sólo una quinta parte dijo que se suscribían la IMM (en comparación con el 42% que apostaban por la Interpretación de de Copenhague.
Dicho esto, la lista de pensadores que se adhieren a la IMM es impresionante, e incluye algunos eminentes como el físico cuántico David Deutsch, el informático teórico de Scott Aaronson, y el físico Sean Carroll.
Sea partidario de una u otra teoría, sin duda es interesante pensar en las implicaciones. Aquí hay nueve particularmente extrañas.
1) Vivimos en un multiverso de proporciones gigantescas
A menudo se da por sentado por los cosmólogos de que el mundo que observamos es el único, de ahí la “uni” en universo.
Las reflexiones sobre multiversos alguna vez fueron consideradas herejía científica, pero se ve como cada vez más probable que sea verdad. De hecho, la idea de que existe una multiplicidad de universos ha sido postulada por varios científicos y metafísicos creíbles, ya sean cosmólogos clásicos, razonadores antrópicos, o aquellos que se aventuran en las artes cuánticas.
La afirmación principal de la IMM es que toda la existencia está compuesta por una superposición cuántica de un incontablemente grande, -o incluso infinito-, número de universos. Si esta interpretación de la existencia es verdadera, entonces debe haber un número absolutamente asombroso de mundos alternos.
2) La narrativa individual de tu vida es una ilusión
La IMM también trastorna nuestra noción de individualidad. Todos experimentamos nuestra vida como un viaje coherente y discreto a través de lo que parece ser el espacio y el tiempo.
En realidad, sin embargo, el yo es un conjunto en expansión exponencial de casos que se desvía a cada momento.
Como resultado de ello, no debemos pensar en nosotros mismos como individuos, sino como multiplicidades .
La razón de esta ilusión es que las múltiples experiencias no pueden ser observadas, por lo que nos queda la impresión de que sólo somos una sola persona. Ahora esto no quiere decir que nuestras experiencias de la realidad no son de alguna manera reales o genuinas.
Lo son. Sólo tenemos que admitir, – a través de la IMM-, que nuestras vidas no son exactamente lo que parecen ser.
3) Hay incontables versiones tuyas
Lo que nos lleva muy bien al siguiente punto: Si la IMM es cierta, entonces debe haber un número casi infinito (¡o infinito!) de versiones tuyas, cada uno de ellas experimentando el mundo como individuos separados y ajenos cada uno del resto.
En consecuencia, la cantidad de senderos vitales alternativos tiene que ser asombrosamente grande. Desde tu nacimiento, tu, -o lo que piensas que eres-, ha estado ramificándose en diferentes mundos con cada superposición sucedida. El conjunto completo de ese “tu” es como un sistema masivo de raíz que está creciendo de manera exponencial, con cada raíz representando una nueva línea de tiempo.
Debido a que la IMM implica una constante variabilidad basada en probabilidades, cada nueva instancia de ti debe ser distinta, observando un mundo en el que un resultado alternativo ha ocurrido. Posteriormente, hay versiones tuyas que todavía están con antiguas parejas románticas.
Muchos de sus seres alternativos son más felices y más afortunado de lo que tú eres, y viceversa. También debe haber versiones de ti que hayan muerto, o que han experimentado la muerte de un ser querido que sigue vivo en tu mundo actual. Incluso puede haber versiones “malvadas” tuyas, a lo Star Trek. Las posibilidades son prácticamente infinitas, siempre que los fundamentos de la física no se hayan violado.
4) Todavía tienes libre albedrío
Dado que todas las decisiones posibles serán hechas por diferentes versiones de ti, la IMM hace que sea difícil conciliar el tema de la libre voluntad. Si se seleccionan todas las opciones de una elección en mundos alternativos, entonces ¿por qué pasar por todos los problemas de sopesar todas las pruebas antes de elegir? El destino colectivo de nuestra totalidad, al parecer, ya ha sido determinado.
Pero como el experto en IMM Michael Clive Price señala, mientras que todas las decisiones son realizada, algunas se realizan con más frecuencia que otras. En otras palabras, cada rama de una decisión tiene su propio “peso” que hace cumplir las leyes habituales de la estadística cuántica.
Además, la IMM implicaría una cierta indeterminación a la existencia, aunque sea de manera poco intuitiva. Siempre nos preguntamos, “¿Podría haber elegido otra manera diferente de actuar?,” La IMM implicaría de forma enérgica que la respuesta es definitivamente sí. Es más, no sólo podrías haber elegido un curso de acción diferente,¡en realidad una versión alternativa tuya lo hizo! En cuanto a por qué has elegido de manera diferente, o por qué te sucedió así en una prueba deportiva, todo se reduce a cómo los eventos cuánticos afectan a los objetos en la escala clásica, -incluyendo las cavilaciones de tu cerebro.
5) Debe haber mundos muy extraños por ahí
La IMM conduce necesariamente a algunas posibilidades muy extrañas. Una vez más, todos los puntos de ramificación son posibles siempre y cuando sean probables y no violen las leyes de la física. Es importante señalar, sin embargo, que dado el espacio de todos los mundos posibles, es mucho más probable que te encuentres a ti mismo en el más probable y aparentemente racional de los mundos porque aparecen con mayor grado de frecuencia (y en varios órdenes de magnitud).
Pero habrá algunos mundos en los que cosas altamente improbables deban suceder. Por ejemplo, si una persona lanzara una moneda mil veces, tiene que haber un mundo en salga mil veces cara.
Además, debe haber un mundo ahí fuera donde alguien siempre acierta en las apuestas deportivas.
Más radicalmente, una persona sin formación musical alguna podría sentarse delante de un piano y de inmediato empezar a tocar una pieza de Rachmaninoff de principio a fin, incluyendo todas las dinámicas necesarias; en tal escenario, cada decisión superpone resultados en un “estado cerebral” que produce los movimientos correctos. Las probabilidades de que esto ocurra, sin embargo, son astronómicamente lejanas, y supondrían un muy pequeño subconjunto de todos los universos posibles.
Pero es aquí donde aparecen muchos escépticos, argumentando que esos escenarios son tan ridículos que casi parecen demostrar que la IMM posiblemente no sea cierta.
6) Eres inmortal…En cierto modo
Esto es lo que se conoce como el experimento mental del Suicidio Cuántico. Imagine un escenario en el que una persona juega a la ruleta rusa con balas colocadas en medio de las cámaras.
En esta superposición, cada giro de la recámara debe restablecer las probabilidades de que la persona se mate al 50/50. Pero la IMM nos dice que tiene que haber un mundo en el que la persona nunca dispara a sí mismos, incluso después de, digamos, 50 giros del cañón. Aunque las probabilidades de que eso ocurra son una entre un cuatrillón, la IMM nos dice que tiene que ocurrir en algún lugar.
Curiosamente, el físico Max Tegmark dice este experimento en particular en realidad podría servir como prueba de que la IMM es cierta, aunque requeriría necesariamente la muerte de innumerables casos sólo para que un afortunado experimentador alcance la meta.
Otra postura sobre la inmortalidad cuántica es la afirmación de que una versión de nosotros debe estar siempre alrededor para observar el universo. Paul Halpern, autor de Einstein’s Dice and Schrödinger’s Cat (Los dados de Einstein y el gato de Schrödinger), lo expresó de esta manera :
“¿Qué ocurre con la supervivencia humana? Cada uno de nosotros somos un conjunto de partículas, gobernado en el nivel más profundo de las reglas cuánticas. Si cada vez que una transición cuántica tiene lugar, nuestros cuerpos y conciencia se dividen, habría copias que experimentarían cada resultado posible, incluidas las que podrían determinar nuestra vida o muerte. Supongamos que en un caso, un conjunto particular de transiciones cuánticas resultara en una división celular defectuosa y en última instancia, una forma mortal de cáncer.
Para cada una de las transiciones, siempre habría una alternativa que no condujera al cáncer. Por lo tanto, siempre habrá ramas con supervivientes. Si añadimos la suposición de que nuestra percepción consciente fluiría sólo sobre las copias que vivieran, podríamos sobrevivir a cualquier número de eventos potencialmente peligrosos relacionados con transiciones cuánticas.”
Dicho esto, los eventos cuánticos deben obedecer las leyes de conservación, por lo que es probable que haya situaciones en las que no hay escape de las reglas de la naturaleza.
7) La comunicación entre mundos paralelos podría ser posible
Ya en 1995, el físico cuántico Rainer Plaga propuso una prueba experimental de la IMM en la que describía un procedimiento para el intercambio “intermundo” de la información y la energía, es decir, “acoplamiento débil”.
Mediante el uso de equipos de óptica cuántica estándar, un solo ion podría ser aislado de su entorno en una trampa de iones. Una medición de la mecánica cuántica sería entonces hacerse con dos resultados separados realizados en otro sistema, lo que resulta en la creación de dos mundos paralelos. Dependiendo del resultado, un ion debería ser excitado en sólo uno de estos mundos paralelos antes de que el ion “decohere“** a través de su interacción con el entorno. Plaga sostiene que deberíamos ser capaces de detectar esta excitación en el otro mundo paralelo, el cual posteriormente aportaría pruebas de la IMM, y un posible paso para enviar información de bajo ancho de banda a una realidad paralela.
Es difícil saber qué detallada podría ser esta información, o si eso significaría algo para el receptor. Es fascinante especular, sin embargo, sobre las posibles consecuencias de la comunicación inter-mundo.
8) ¡No habría paradojas del viaje en el tiempo!
Muy simple: La presencia de mundos alternativos significa que no hay una única línea de tiempo para meter la pata.
Si una persona volviera atrás en el tiempo, no haría más que abrir una red completamente nueva de líneas de tiempo.
Ulteriormente, la IMM sugiere paradojas, -como retroceder en el tiempo para matar a tu abuelo-, de las que ya no hay porqué preocuparse.
9) Todo ya ha ocurrido – Y volverá a suceder
Lo más gracioso de todo el conjunto de mundos infinitamente variables es que todo ya ha sucedido.
No sólo eso, todo lo que ya ha sucedido, volverá a ocurrir un número infinito de veces. Así que como Bill Murray en Atrapado en el tiempo, el día de hoy lo vivirás una y otra vez, una y otra vez, y otra y otra
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