jueves, 16 de mayo de 2019

Compartamos...

Plantada la atmósfera
de escuetas situaciones
de incorrectas correcciones
de saturación,
cargada de efectos sin causas
que agilizan los dedos
que quieren contar historias.
Plantada la atmósfera, invadiendo
se encuentran ellos mismos:
los dedos perniciosos
en dilemas instantáneos,
escribiendo y borrando a la vez.
Porque en el camino cabeza-papel
las bifurcaciones son constantes
las vías son muchas
tergiversan las mil cosas
que desean contar los dedos.
Se vuelcan retazos
de la atmósfera intolerable
en un mar angosto
pero tan infinitamente profundo
(tan angosto
que no se cansa de ser profundo),
acarreando esas búsquedas desagradables,
pesadez en la atmósfera
y reinicio a la ruta cabeza-papel,
con más cuidado

para no estropear
las cosas que los dedos
ansiosos tratan de gritar.

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