Serguéi Mijáilovich Prokudin-Gorski -en la foto inferior- nacido en Múrom, Rusia,
el 31 de agosto de 1863, fue un químico y fotógrafo ruso conocido
por su trabajo pionero en la fotografía en color de principios del s.XX.
(imágenes:aquíestuveayer)
Nacido en el seno de una familia de la clase alta, se trasladó a San Petersburgo, donde se matriculó en el Instituto Estatal de Tecnología para estudiar química bajo la tutela de Dmitri Mendeléyev, y música y pintura en la Academia Imperial de las Artes.
En 1889 se traslada a Berlín para continuar sus estudios de fotoquímica
en la Universidad Técnica de Berlín con Adolf Miethe, quien estaba trabajando en ese momento en el desarrollo del color con el tintado de las fotos.
En 1901 retorna a San Petersburgo, donde abre un estudio y laboratorio fotográfico en el que continúa profundizando en los estudios de Miethe.
A lo largo de los años, su obra fotográfica, publicaciones y presentaciones
de diapositivas para otros científicos y fotógrafos de Rusia, Alemania y Francia
le valió grandes elogios, y en 1906 fue elegido presidente de la IRTS -Imperial Russian Technical Society- y editor de la sección de la Federación de Rusia
de la principal revista de fotografía del momento, el Fotograf-Liubitel.
Posiblemente el trabajo que le catapultó a la fama fue el retrato a color que hizo a León Tolstoi -arriba-, ampliamente reproducido en diversas publicaciones, impresos y en tarjetas postales.
Esta fotografía, junto con otras realizadas anteriormente sobre la naturaleza
y los monumentos de la Federación rusa son presentadas al Zar Nicolás II, quien, entusiasmado, le ofrece financiación, permiso para visitar áreas de acceso restringido, y todos los recursos necesarios -incluído un vagón de tren dotado decámara oscura- para llevar a cabo el proyecto que le ocupó seis años de su vida, desde el año 1909 al 1915: hacer una colección de fotos -llegó a alcanzar las 10.000- con el fin último de educar a los escolares rusos mostrándoles la inmensa y variada historia del país, su cultura, y su proceso de modernización.
Prokudin-Gorski utilizaba una cámara que tomaba una serie de tres fotos monocromáticas en secuencia muy rápida, cada una a través de un filtro
de color diferente.
Al proyectar las tres fotos con luz del color adecuado,
era posible reconstruir la escena con los colores originales.
El tiempo de exposición era muy variable.
En la carta que envió a Tolstoi solicitando su permiso para retratarle,
le indicaba que sería de uno a tres segundos por foto.
Finalmente fueron seis segundos en un día soleado.
En otras ocasiones se llegaba al minuto,
dependiendo de la luz del momento, motivo este por el que,
en ocasiones,
los retratados muestran una pose forzada.
En agosto de 1918, tras el triunfo de la Revolución rusa,
se traslada junto con su familia a París, donde fallece
el 27 de septiembre de 1944.
Bueno, pues como habréis podido suponer,
las fotografías de esta entrada fueron tomadas por Prokudin-Gorski,
realmente fantásticas todas.
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