sábado, 26 de septiembre de 2009

Un objeto de 2.7 kilogramos enfriado casi hasta su estado cuántico de mínima energía


El observatorio de ondas gravitatorias LIGO
(Laser Interferometer Gravitational-wave Observatory)
requiere tecnologías punta al borde de lo imaginable.

Sus investigadores han logrado un detector de ondas gravitatorias
por interferometría capaz de medir desplazamientos de sólo 10-18 m.
en una banda de 100 Hz. centrada en 150 Hz.

Para conseguirlo han enfriado dicho dispositivo de 2.7 kg. a una temperatura
de 1.4 µK. (microKelvins).

¿Imposible?

Lo parece pero no, lo han logrado B. Abbott et al.
“Observation of a kilogram-scale oscillator near its quantum ground state,
” New J. Phys. 11: 073032, July 2009.

Un objeto macroscópico que se comporta como un objeto cuántico

que oscila únicamente con 200 estados cuánticos alcanzables
(sólo 10 veces por encima del límite cuántico teórico).

Raya lo imposible.

Pero la detección de ondas gravitatorias así lo requiere.

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