Soy soñador.
Me gusta el ver pasar a gente que no conozco,
me gusta sentir en anonimato en los silencios
que puedo aferrar a lo largo del día
Pero hay veces que necesito volver a sentir el verde,
Oler los celestes, ver las nubes negras de lluvia
y pensar que me encantan.
Noto que mi batería se ha cargado desde el momento
en el que he jugado en toboganes de plazas de Sarandí,
he bailado en mitad de un carnaval en Avellaneda,
he comido, he bebido, he reído...
y he arreglado el mundo a golpe de instintos
e impulsos soñadores e irracionales…
Es como el retorno del pibe de barrio,
como si fuera aquel panda
para seguir tocando tan en mi mundo...
como hasta ahora….
Y con la sonrisa puesta.
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