lunes, 28 de junio de 2010

Primera evidencia de un campo magnético en la estrella Vega

Por primera vez se ha detectado el campo magnético de la estrella Vega, una de las más brillantes del cielo.

Para ello se ha utilizado el equipo de alta sensibilidad Narval instalado en el telescopio Bernard-Lyot, en el Observatorio Pic du Midi, en Francia.

El equipo de astrónomos detectó el efecto de un campo magnético, conocido como efecto Zeeman, en la luz emitida por Vega.

Vega es una de las estrellas más famosas. Está situada a tan sólo 25 años luz de la Tierra en la constelación de la Lyra, siendo la quinta estrella más brillante del cielo.

Se ha utilizado como una estrella de referencia en las comparaciones de brillo. Vega es dos veces más masiva que el Sol y tiene solamente una décima parte de la edad de nuestra estrella.

Debido a su cercanía y luminosidad, Vega es una estrella que se ha estudiado a menudo, pero aún así nos sigue revelando nuevos aspectos cada vez que se analiza con nuevos instrumentos de mayor alcance tecnológico.

Vega gira sobre sí misma en menos de un día, mientras que nuestro Sol necesita 27 días para completar una vuelta.

La intensa fuerza centrífuga inducida por esta rápida rotación hace que se encuentre aplanada por los polos y que presente variaciones de temperatura de más de 1.00ºC entre la zona polar más caliente y las regiones ecuatoriales de su superficie.

Vega también está rodeada por un disco de polvo cuyas inhomogeneidades sugieren la presencia de planetas.

Esta vez, los astrónomos estudiaron la polarización de la luz emitida por Vega y detectaron un débil campo magnético en su superficie.

Esta no es realmente una gran sorpresa porque se sabe que los movimientos de partículas cargadas dentro de las estrellas pueden generar campos magnéticos.

De hecho, así es como se produce la energía solar y los campos magnéticos terrestres.

Sin embargo, para estrellas más masivas que el Sol, como Vega,los modelos teóricos no pueden predecir la intensidad y la estructura del campo magnético, por lo que los astrónomos desconocían la fuerza de la señal que estaban buscando.

Después de muchos intentos fallidos en las últimas décadas, la alta sensibilidad de Narval y un intenso estudio de Vega han proporcionado esta primera detección.

La fuerza del campo magnético de Vega es de aproximadamente

50 micro-Tesla, por lo que está cerca del campo medio de la Tierra y el Sol.

Esta restricción observacional primero abre el camino a los estudios teóricos en profundidad sobre el origen de los campos magnéticos en estrellas masivas.

Esta detección también sugiere que los campos magnéticos existen, pero que no se han detectado todavía en muchas estrellas, como en Vega, pero más difíciles de observar.

Los astrónomos creen que este descubrimiento será un paso clave en la comprensión de los campos magnéticos estelares y en su influencia en la evolución estelar.

En cuanto a la Vega, ahora es el prototipo de una nueva clase

de estrellas magnéticas

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