miércoles, 30 de junio de 2010

Veinte cosas que no sabías sobre los mosquitos

Los mosquitos son dípteros pertenecientes al suborden Nematóceros y a la familia Culícidos.

Son insectos esbeltos, con largas patas y con las venas y los bordes posteriores de las alas cubiertos de escamas.

Las antenas del macho son normalmente plumosas y las hembras poseen una boca chupadora perforante que se proyecta notablemente hacia delante de la cabeza.

Casi todos los mosquitos son insectos chupadores de sangre y son responsables de la propagación de importantes enfermedades, incluida la malaria y la fiebre amarilla. Su tamaño raramente supera los 15 milímetros.


1. La estatua más grande de un mosquito es una atracción de carretera en Komarno, Manitoba, la capital de los mosquitos de Canadá. Komarno es mosquito en ucraniano (?).

Realizada en 1984, está fabricada con acero y tiene una envergadura de

4 metros y medio.

También es una veleta y gira con el viento.

2. Existen más de 2.500 especies (algunos entomólogos dicen que 3.000) y sus hábitats abarcan desde la tundra ártica hasta los bosques húmedos tropicales.

La mayoría de los mosquitos son activos durante el día, aunque otros prefieren el mediodía. Donde haya proteínas, allí se encontrarán.

3. En 1998, unos investigadores encontraron una nueva especie de mosquito en el metro de Londres que descendía de ancestros que colonizaron este lugar cuando se estaban excavando los túneles hace 100 años.

Aunque en un principio se alimentaban de la sangre de aves, ahora su dieta se basa en la sangre de ratas, ratones... y personas

4. Esos mosquitos apenas se cruzan con sus compañeros de otras líneas, de forma que su ADN varía de una línea de metro a otra.

5. Siendo técnicos, los mosquitos no pican, sino chupan (aunque en el lenguaje coloquial es más común decir me ha picado un mosquito en vez de me ha chupado un mosquito o un mosquito me ha chupado la sangre).




6. Se necesitarían 1.200.000 mosquitos, todos chupando a la vez, para dejar sin sangre a un ser humano.

7. Puede parecer increíble, pero en el Ártico canadiense investigadores de esta nacionalidad que no llevaban protegidas sus manos, piernas y torsos informaron haber recibido 9.000 picaduras por minuto de enjambres de mosquitos que acababan de dejar su estado larvario.

A ese ritmo, un humano podría perder la mitad de la sangre en dos horas.

8. Una vez que el mosquito está lleno, una señal química le dice que pare. Cuando esa señal se bloquea en experimentos de laboratorio, los mosquitos continúan chupando sangre hasta que su abdomen revienta.

Algo de lo que resulta difícil sentirse afectado.

9. Según un estudio de la Universidad de Bristol, el oído de los mosquitos machos tiene casi el mismo número de células sensitivas que la cóclea humana, lo que les permite detectar y perseguir a las hembras.

10. Cuando un mosquito detecta el zumbido del sexo opuesto, sincroniza su propia frecuencia para que coincida con la de su potencial pareja.

Los mosquitos calientes pueden sincronizarse con las frecuencias de las hembras en un par de segundos.

Por el contrario, las hembras tardan algo más de tiempo. Más o menos como el comportamiento de los humanos en un club o discoteca.



11. Los mosquitos pueden aparearse en el aire y en ocasiones el affair no lleva más de 15 segundos.

No se conocen casos ni de cócteles ni de cenas románticas previas.

12. Los mosquitos machos son herbívoros y se alimentan de néctar y otros fluidos de las plantas. Las hembras son las que chupan la sangre, necesaria para obtener las proteínas para fabricar los huevos.

Ambos sexos son relativamente fáciles de diferenciar: mientras que los mosquitos machos tienen antenas plumosas, las hembras poseen un aparato chupador que se proyecta hacia delante de la cabeza.

13. Hace millones de años, los mosquitos eran tres veces más grandes que las especies actuales. Una de las especies más grandes es la especie Theobaldia annulata. Su picadura es bastante dolorosa y a menudo provoca ampollas e inflamación en su víctima.

14. Los ojos ocupan la mayor parte de la superficie de la cabeza de un mosquito. Aunque no tienen el encanto para dedicarles un poema, los ojos compuestos de los mosquitos pueden ver el infrarrojo, lo que les permite detectar los patrones de calor que produce un cuerpo.

15. Los mosquitos pueden usar la respiración de sus víctimas, y más concretamente, el dióxido de carbono que exhalan, para detectarlas, especialmente cuando duermen o hacen ejercicio.

Por fortuna, los mosquitos sólo vuelan a unos 2,5 kilómetros por hora, de forma que, aunque uno no puede esconderse, puede escapar corriendo.

Otra cosa es que uno lo haga sobre una cinta ergométrica.

En ese caso, no hay escapatoria.

Muchas trampas para mosquitos se basan en una mezcla de dióxido de carbono y octenol para provocar una nube de gas que aquéllos encuentran irresistible.

Cuando los mosquitos se dirigen hasta esta fuente son absorbidos por una boquilla succionadora hasta un recipiente donde mueren por deshidratación.

16. En Centroamérica existe un lugar llamado la Costa de los mosquitos (una estrecha franja de la costa caribeña entre Honduras y Nicaragua), aunque su nombre no deriva del insecto, sino de una corrupción de Miskito, los indígenas del lugar.

17. Abuja, la capital de Nigeria, tiene la mayor mosquitera del mundo.

Con un tamaño que es 225 veces mayor que el de una mosquitera normal, fue creada en el año 2000 como parte de una campaña nacional contra la malaria y otras enfermedades transmitidas por insectos.

En su interior pueden caber hasta 200 niños.

18. Millones de personas mueren anualmente a causa de enfermedades transmitidas por mosquitos entre las cuales figuran la malaria, la leismaniasis, el dengue, la fiebre amarilla y el virus del Nilo Occidental.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la malaria, enfermedad producida por protozoos parásitos del género Plasmodium que se transmiten durante la picadura de mosquitos del género Anopheles, mata a un millón de personas anualmente, un 90% de las cuales son niños africanos.

19. En 1881, una compañía francesa controlada por Ferdinand de Lesseps (1805-1894), el diplomático y empresario francés que había estado detrás de la construcción del canal de Suez, comenzó la titánica tarea de excavar un canal en el istmo de Panamá.

Tras ocho años de obras, la construcción se canceló.

Aparte de la corrupción y los escándalos financieros, el factor más importante de este fracaso fue la muerte de cerca de 20.000 personas (las dos terceras partes de la fuerza laboral) a causa de la fiebre amarilla o la malaria transmitida por los mosquitos.

20. La exposición a la saliva de mosquitos podría proteger a las personas frente a enfermedades transmitidas por parásitos de aquéllos.

Estudios con animales han demostrado que la exposición previa a saliva de mosquito confería protección frente a la leismaniasis y un caso similar ocurre con la malaria.

CONCLUSIÓN:



¡¡¡ URGENTE COMPREMOS !!!

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