Imagen:Xuanrata
Mientras sueña la soga con la dulzura del volumen,
mide el repollo el alcance de la línea y medita acerca de la recia elegancia de la longitud.
Poco después, tan pronto como la luz prolonga en sombra su diaria circunferencia,
cae la soga en busca de un cuello inexistente y el repollo aprende
que la rectitud obedece a una gravedad prestada.
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