¿Por qué sentimos picazón? ¿Por qué nos alivia rascarnos?

La Picazón o prurito, puede estar causado por varias razones:

- Irritaciones por alergias, que es cuando la histamina que hay en la sangre, se acentúa en una zona para protegernos de elementos exteriores, como: polen, alimentos varios, polvo, ácaros, medicinas, picaduras de insectos, plantas, animales, etc…

- Enfermedades de la piel, como dermatitis, hongos, psoriasis o eccemas.

- Insectos como piojos o ladillas

Pero la picazón normal y común, cuando no está causado por una enfermedad ni es generalizado por todo el cuerpo, sino que es local, puede producirse simplemente por la transpiración de la piel al secarse. La queratina que hay en la piel, que se reseca en forma de minúsculas escamitas, también nos produce esa incómoda situación.

La razón de que cuando nos rascamos la zona, el picor se alivia (generalmente), tiene que ver con las distintas terminaciones nerviosas que tenemos en la piel.

De las tres que tenemos, las que se encargan de comunicarnos la picazón, son muy poco numerosas, frente a las del dolor.

Por ello, al rascarnos o frotarnos, estimulamos las terminaciones nerviosas del dolor, que camuflan las sensaciones que retransmiten las terminaciones del picor.

Otra de las reacciones colaterales de estimular las terminaciones del dolor, es que se produce el sistema de inhibición lateral en el punto requerido.

Esta reacción de protección, la provoca el organismo en la médula espinal para incomunicar ese punto de dolor y que no se retransmita a más zonas del cuerpo.

En realidad estamos recibiendo todo el rato estímulos nerviosos de dolor o picazón, pero gracias a la propiocepción, llegan al sistema nervioso central sin pasar por el consciente.

Si nos concentramos en atender a nuestras sensaciones, somos capaces de llegar a percibir picores o sensaciones que se nos pueden pasar por alto.