Cuenta la leyenda que hacia el año 105 d. C.
el eunuco y consejero Cai Lun presentó al emperador el primer trozo
de papel de la historia.
Sin embargo, las evidencias arqueológicas han demostrado que
el papel ya existía en China más de 200 años antes, hecho a partir
de cortezas, trapos, tallos de trigo y otros materiales
que se disgregaban en agua.
Después se vertía la pasta resultante en un molde plano.
Una vez seco, ya estaba listo para su uso.
Y no sólo para escribir, sino también tenía sus aplicaciones militares.
De hecho, los soldados chinos usaban papel plegado como cota
de mallas: era ligero y, además, detenía las flechas.
No ha sido hasta tiempos recientes cuando se empezó a utilizar la fibra de madera como material básico.
En el siglo XVIII todavía se hacía papel a partir de algodón
y trapos de lino.
El problema residía en que a medida que se publicaban más y más libros escaseaban las materias primas.
Hasta tal punto que, por ejemplo, en Inglaterra, por ley,
se enterraban a los muertos con un ropaje de lana a fin de ahorrar algodón y lino para hacer papel.
Fue en 1719 cuando entró en juego el francés
Este físico es el fundador de la metalografía y realizó importantes investigaciones sobre el acero y en la aplicación del microscopio
al estudio de la estructura interna de los metales.
Réaumur además descubrió el vidrio blanco opaco,
la llamada porcelana de Réaumur, e introdujo una escala
de temperaturas, la escala Réaumur.
La ideó tomando como referencias el punto de fusión del hielo,
donde colocó el cero de su escala, y el de ebullición del agua, situando allí el valor de 80º.
Y por si fuera poco, también fue un apasionado entomólogo.
Su voluminoso trabajo Mémoires pour servir a l’histoire des Insectes es un clásico de observación cuidadosa.
Hombre imaginativo, Réaumur propuso usar la madera como componente principal del papel.
Para ello se inspiró en el modo en que las avispas hacen sus nidos
con la celulosa que extraen de la madera de su alrededor.
Durante el siglo siguiente muchos intentaron seguir las indicaciones del científico francés.
El alemán Jacob Christian Schäffer, en la década de 1750,
hizo papel usando diferentes materiales extraídos de las plantas y nidos de avispas y sólo una pequeña cantidad de trapos.
Por su parte, en 1800 un personaje del que se sabe bien poco,
Mathias Koops, consiguió hacer papel tanto de paja como de madera, sin usar ni un trapo.
En 1800, para presentar su invento,
imprimió un libro en su papel donde contó, cómo no,
la historia de la fabricación del papel.
Y aunque citó a Réaumur y a Schäffer,
dejó en el anonimato a las pobres avispas…
By.Nature
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