Albinismo, del latín “albus”, que signifíca blanco, es una condición genética hereditária, caracterizada por la ausencia de melanína en la piel, ojos y cabello por lo tanto puede afectar a todas las razas sin distinción.
La tremenda ignorancia, la increíbles supersticiones y los prejuicios sociales, han convertido a los albínos de Africa en gente marginada presas de quienes creen que determinadas partes de su cuerpo traen buena suerte.
Tradicionalmente es un tabú o una maldición dar a luz a un albino. Algunas personas creen que es el resultado de unatrágica maldición llegada a la familia“. Curiosamente, Africa tiene una mayor prevalencia de personas que nacen con albinismo, alrededor de 1 persona por cada 5000, en comparación con un país como Dinamarca, es de 1 por cada 60.000.
La falta de pigmentación en la piel que tienen los albinos es un estigma en muchos países del continente africano. Con frecuencia son acusados de brujería y sufren el repudio de sus comunidades y de sus familiares, muchos de ellos son asesinados. Cruelmente extraen partes de su cuerpo, para ser ritualizados con brujería satánica para deshacer cualquier maldición que llegara a la familia.
El perverso ritual incluye quemar las chozas de las víctimas. Los asesinos reciben como recompensa una o dos vacas, que les entregan los líderes comunales por su “buen trabajo”.
Los que consiguen sobrevivir en este ambiente tan hostil, son obligados a trabajar en las duras condiciones del sol africano, llegando irremediablemente a enfermar de cáncer de piel. Se calcúla que el promedio anual es de unos cien asesinatos, y hasta ahora las autoridades creen que desde los años ochenta han perecido más de tres mil por estos crímenes, cometidos con lanzas y machetes.
Un tabú que está llevando al continente africano a ser culpable de un incomprensible racismo por falta de melanina en la piel, una discriminación que ante tal condición
es injusta y poco racional.
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