Abrió el frigorífico y encontró una cebolla, un pimiento y una feta
de queso que conversaban entre sí.
Se sintieron molestas ante su inesperada presencia.
Un instante después, lo ignoraron.
Volvió a la habitación algo contrariado.
Y allí estaban su sombra en la pared y su reflejo en el espejo.
Quiso hablar pero no supo iniciar la conversación.
Lo hizo su sombra.
Siguió el reflejo.
Y él… Él también contestó.
De repente, el recuerdo de ella entró en la casa
y le susurró al oído, le aferró la mano, lo miró a los ojos.
Y él…
él se sintió molestó ante su inesperada presencia.
Un instante después, la ignoró.
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