martes, 22 de febrero de 2011

Repentina presencia

Abrió el frigorífico y encontró una cebolla, un pimiento y una feta
de queso que conversaban entre sí. 
Se sintieron molestas ante su inesperada presencia.
 Un instante después, lo ignoraron.
Volvió a la habitación algo contrariado.
 Y allí estaban su sombra en la pared y su reflejo en el espejo.
 Quiso hablar pero no supo iniciar la conversación.
 Lo hizo su sombra. 
Siguió el reflejo.
 Y él… Él también contestó.
De repente, el recuerdo de ella entró en la casa
y le susurró al oído, le aferró la mano, lo miró a los ojos.

Y él… 
él se sintió molestó ante su inesperada presencia.
Un instante después, la ignoró.

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