Llega un momento en la vida de las personas
(o varios momentos a lo largo de la vida)
en el que existen dos opciones.
Una, trazar un plan magistral.
La segunda, no trazar ningún plan y lanzarse a los brazos
de la dinámica y la cinemática.
O lo que es lo mismo, hacer algo.
Sea lo que sea.
Lleve a donde lleve.
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