sábado, 19 de febrero de 2011

Tu récord de velocidad, a medianoche


Sabías que de noche nos movemos más deprisa que de día?

 Es cierto, al menos en lo que a nuestro elíptico desplazamiento 
en torno al Sol se refiere.

La Tierra dista del Sol unos 142.700.000 km en el perihelio
 y unos 151.800.000 km en el afelio.

 La distancia media es de 149.700.000 km, 
así que podemos redondear (nunca mejor dicho)
 la forma de la órbita a una circunferencia con ese radio.

 Si calculamos con este radio la longitud de la órbita
 y la dividimos entre el tiempo que nos cuesta recorrerla
 (un año, claro) obtendremos nuestra velocidad de traslación: 
unos vertiginosos 107 000 km/h, lo que supone que cada segundo avanzamos casi 30 km.

Pero como bien saben, la Tierra tiene además un movimiento de rotación en torno a su eje, con una duración de 24 horas. 

Como el planeta es aproximadamente esférico, la velocidad lineal
 de rotación depende de la latitud: es máxima en el ecuador,
 cero en los polos. 

El radio terrestre es de unos 6371 km, así que quien está 
en el ecuador lleva una velocidad de rotación de 1675 km/h.

El movimiento de rotación tiene el mismo sentido que el de traslación.

 El efecto es máximo durante el mediodía y durante la medianoche, cuando las velocidades de rotación y traslación se hacen paralelas. 

Por tanto, alguien cómodamente tumbado en su cama a medianoche en el ecuador avanza por el espacio, aunque no sea consciente
 de ello, a 108 675 km/h. 

En el mismo instante, en las antípodas, alguien sentado a la sombra
 de un árbol ecuatorial viaja más despacio:
 este a sólo 105 325 km/h.


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