jueves, 21 de abril de 2011

El cine y la física...


En la película “ Viaje al centro de la Tierra” nos describen un interior de la Tierra bastante extraño, incluso con flora y fauna, hoy nos preguntamos si esto es posible, 
es más, si es posible estudiar las condiciones del interior terrestre sin necesidad
 de entrar dentro de la Tierra.

Vamos a comentar brevemente las diferentes técnicas de investigación del interior terrestre, el método más simple y por ello el más usado consiste en analizar 
los meteoritos, ya que se cree que son fragmentos de materia que no llegaron 
a fusionarse en la formación de planetas.

Por ello, si se analiza su composición química se sabe la composición 
de los materiales presentes en el interior terrestre.


Existen otros métodos bastante más sofisticados, como los llamados gravimétricos,
 estos están basados en el estudio de las variaciones del campo gravitatorio terrestre 
e incluso nos permiten encontrar recursos minerales.

Calculando la densidad de la Tierra también podemos obtener unas buenas conclusiones, el cálculo de la densidad de la Tierra es muy fácil de realizar, ya que el volumen 
lo obtenemos partiendo de la base de que la Tierra es un geoide, y la masa la calculamos mediante la fórmula “g = kMt / R^2”, “k” es la constante de gravitación universal,
 “R” el radio de la tierra y “g” es la aceleración de la gravedad, por tanto así obtenemos la densidad, partiendo la masa por el volumen y nos da una estimación aproximada 
de 5,52g/cm^3.

Y esto nos permite hacer una comparación con la densidad de rocas superficiales como 
el basalto con 3g/cm^3 y el granito con 2,7g/cm^3, y decir que en el interior de la Tierra hay con toda probabilidad materiales con mucha mayor densidad que en la superficie.


También analizando las anomalías gravitatorias podemos llegar a conclusiones muy interesantes, podemos hacer una muestra con diferentes medidas de gravedad, 
usando el gravímetro, y obtener variaciones de gravedad inferiores a 10^-7m/s^2.

Y existen muchos más métodos como el magnético, basado también en realizar comparaciones entre campos magnéticos situados en diferentes puntos; y uno que siempre aporta gran cantidad de datos es el método sísmico, que consiste en analizar la forma en que se propagan las ondas sísmicas, originadas por terremotos o explosiones controladas.

Con todos estos métodos y más que no hemos citados sólo cabe decir que nuestro conocimiento del interior de la Tierra es relativamente amplio, y que tiene poco 
que ver con lo que Julio Verne describe en su novela; es imposible encontrarnos un mar en el centro de la Tierra, y además las temperaturas existentes en el centro de la Tierra son suficientemente altas como para que tres humanos sin ningún tipo de protección
 no las resistan.

La escena de las rocas magnéticas es la más sorprendente sin ninguna duda, 
porque por rocas magnéticas entendemos rocas que se formaron por un proceso 
de fusión de sus minerales, y esto poco tiene que ver con que unas rocas se mantengan en el aire y menos con que una persona pueda usarlas de puente sin caerse e incluso
 que las rocas puedan girar sobre sí mismas sin problema.

Y también llama mucho la atención el túnel por el que se deslizan los protagonistas hasta llegar al centro de la Tierra, físicamente es imposible bajar por un túnel sin golpearse con los laterales del túnel, es decir, sí el túnel existiera, antes de llegar al final
 del mismo tendrían que ir golpeándose de lado a lado del túnel, por tanto llegarían
 al final, pero con unos rasguños importantes, además que no podrían aguantar
 las velocidades tan desorbitadas que se generarían en el descenso, ya que para lograr llegar al centro de la Tierra en menos de una veintena de segundos como nos cuentan 
en la película tenemos dos opciones, o que la velocidad sea increíblemente alta o que ese tiempo de caída resulte imposible.

Por tanto, la película pese a tener en algunos momentos una posible lógica
es muy fantástica, ya que incumple constantemente reglas básicas de la física.

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