Física del hiperespacio: la naturaleza está compuesta de frecuencias que interpretamos como “la realidad”, sintonizando ciertas longitudes de onda y dejando de percibir otras: “sería un error suponer que (lo invisible) no existe sólo porque no entra en el espectro limitado de nuestra perecpción”.
Uno de los axiomas delKybalión, libro del pulso o de la escuela deHermes, dice: “el universo es vibración”.
El concepto de vibración (o el de frecuencia) se maneja en la cultura popular desde la revolución psicodélica de los sesenta; pero casi siempre sólo como una intuición o como sucedáneo de nuestras limitaciones lingüísticas; al no poder precisar algo esto se generaliza en el enjambre nebular de “la vibra”.
Sin embargo, esta incipiente alerta a las modulaciones del ambiente,
a los aludes de ondas electromagnéticas, azoga una resonancia profunda con la naturaleza del universo y la construcción de la realidad a través de la percepción.
Esta es la teoría de la Naturaleza Poliarmónica de la Realidad, expresada por Julian West:
“El planeta Tierra es un organismo electromagnético que exhibe una resonancia periódica (generalmente se conoce como la resonancia Schumann, 7.8 hertz por segundo), una frecuencia natural de vibración sintonizada por el momento angular de su rotación axial. Ionizada por un constante influjo de radiación solar, el patrón de onda habitual propagado por el dominio de frecuencia fundamental de la tierra es amplificado y aumentado en un complejo patrón de ondas que se entretejen e interpenetran pero sin superponerse e interferir (en la gran mayoría de los casos), pues si esto ocurriera percibiríamos el mundo como una confusa y caótica borrasca (algo como un holograma divido hasta perder su imagen).
“Realmente no existe el color, el aroma o el sonido en la naturaleza, sólo hay una matriz de energía que se desdobla en materia en un flujo (holomovimiento) eterno. Y este flujo es una red poliarmónica de longitudes de onda que se entretejen, las cuales cuando son transducidas por la neurobiología humana se convierten en el mundo fenoménico cuya reproducción reconocemos como la realidad o la vigilia”.
“Pero la neurobiología humana es ya de suyo un organismo electromagnético sintonizado y restringido a un dominio específico de frecuencia dentro de la Hiperesfera-Mundo.
Cualquier longitud de onda que se propaga más allá del dominio de frecuencia específico en el cual opera comúnmente la neurobiología humana se filtra inaccesible, se vuelve invisible, imperceptible, inexistente. Sin embargo sería un error suponer que (lo invisible) no existe sólo porque no entra en el espectro limitado de nuestra percepción.
“Si aceleramos el momento angular de los electrones que componen el neurosistema humano, la frecuencia fundamental del cuerpo se eleva, produciendo sobretonos armónicos más altos, expandiendo de esta forma la conciencia a estratos de percepción más sutiles dentro de la Hiperesfera”.
Omniverso Fractal.
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