Despierto a la noche, todavía sin abrir los ojos.
Escucho una respiración a mi lado.
Tranquila, serena. Como su rostro.
A la luz de la luna, la mitad queda en la sombra.
Y se pasa el tiempo, sin poder contarlo, mientras la miro dormir.
Sus manos apenas se mueven, salvo en acto
inconsciente cuando abraza mi cintura.
Es increíble la velocidad con la que se me abraza mientras sueña.
Siempre sabe encontrar un lugar en mi hombro
Suspira, relajada, cuando termina de acomodarse,
Suspira, relajada, cuando termina de acomodarse,
recibiendo mi abrazo con la más dulce de las sonrisas.
Te sueño... en mis sueños.
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