Mordisquitos es la simpática mascota de Leela en Futurama,
aunque de inocente tiene poco.
Pertenece a la raza de los niblonianos,
del planeta Etermium,
en el «centro exacto del Universo».
Aunque parece algo tonto es un agente inflitrado
en la Tierra para protegerla de los malvados cerebros volantes.
De hecho, su función en el universo es preservarlo de estos maléficos
y babosos órganos chupaconocimientos.
La forma es original:
se los comen, y defecan materia oscura,
un potente combustible en la serie.
Ahí es nada.
Los niblonianos son seres ancestrales.
Los niblonianos son seres ancestrales.
Cuando ocurrió el Big Bang, ya llevaban 17 años en el Universo, suponemos años terrestres.
Su longevidad les lleva a tener una vida de 1000 años.
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