Un enzima de restricción (o endonucleasas de restricción) es aquella que puede reconocer una secuencia concreta de nucleótidos en una molécula de ADN y cortarla en ese punto preciso, llamado sitio o diana de restricción.
En ocasiones, el enzima reconoce una secuencia concreta, pero no corta en ese sitio, sino en otro más alejado.
Las secuencias de restricción restringen, por tanto, la actividad del enzima
a esas secuencias, que no corta en otras.
Los sitios de restricción cuentan con entre 4 y 12 pares de bases,
cuya secuencia es reconocida por el enzima.
Evidentemente, cuanto más larga sea la secuencia de reconocimiento,
menos probable es que una molécula de ADN la posea.
Por esta razón, los enzimas que reconocen 4 letras del ADN cortan con más frecuencia que los que reconocen 6 u 8 letras, o más.
Un problema con el que se encuentra el enzima de restricción es cómo llegar a la secuencia de corte.
EL ADN es una molécula muy larga, incluso cuando es pequeña y circular, como en el caso de un plásmido bacteriano, y encontrarse por azar
con la secuencia buscada es para el enzima como para nosotros abrir un libro
y encontrarnos con el pasaje que buscamos.
No hay duda de que si deseamos encontrar una frase determinada en un libro, tendremos probablemente que ojearlo un rato.
Lo mismo sucede con el enzima de restricción.
Esta "ojea" al ADN uniéndose a él, primero, y luego deslizándose por su superficie "leyendo" las letras hasta que encuentra el "pasaje" que busca.
En ese momento, en lugar de usar un marcapáginas para marcarlo,
lo que hace es cortar a la molécula.
Otros enzimas son capaces de ligar moléculas de ADN cortadas por los enzimas de restricción.
Son las llamadas Ligasas.
El video que enlazo a continuación ilustra de manera interesante
lo que acabo de comentar aquí.
Espero que lo disfruten.
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