Uno de los resultados más interesantes relacionados con los agujeros negros es lo que se conoce como evaporación Hawking, en honor a quien la describió por primera vez, el científico inglés Stephen Hawking.
La evaporación Hawking dice que, al fin y al cabo, los agujeros negros
no son negros sino grises.
Dicho de otro modo, los agujeros negros no sólo capturan todo aquello
que pasa cerca de ellos sino que también emiten energía, luz.
Para comprender el proceso hay que tener en cuenta un hecho esencial:
los agujeros negros tienen una temperatura extremadamente pequeña,
del orden de diez millonésimas de grado por encima del cero absoluto .
Al tener temperatura las leyes de la física dicen que deben emitir energía a costa de la contenida en su interior.
Conclusión: un agujero negro pierde energía de manera continua.
Al igual que en nuestras cuentas bancarias, la cantidad que nos interesa controlar no es la que sale, sino el flujo neto, ganancias menos pérdidas.
En los agujeros negros el cálculo es sencillo.
El universo se encuentra a unos 3 grados por encima del cero absoluto.
Eso quiere decir que el universo entero se encuentra más caliente que los agujeros negros, con lo que reciben más energía de la que emiten, la energía fluye del cuerpo caliente al frío.
Ahora bien, la temperatura media del universo desciende con el tiempo porque está en expansión.
Esto quiere decir que llegará un día en que el universo estará más frío que los agujeros negros y entonces podrán perder toda su energía como lo hace una estufa.
Mala y que calienta poco, pero estufa a fin y al cabo.
En un alarde especulativo podemos calcular el tiempo que debe pasar para que un agujero negro desaparezca completamente tras lanzar toda su masa
al espacio en forma de energía.
Uno pequeño, con una masa de unas 3 masas solares, desaparecerá después de transcurrida la friolera de 10 elevado a 66 años, o sea, un millón
de billones de billones de billones de billones de billones de años.
Sabiendo que el universo lleva existiendo desde hace 15.000 millones
de años, decir que la vida de un agujero negro es 10 a la 56 veces más larga que la actual del universo es el ejemplo más cercano de la inmortalidad.
Y decir que la potencia radiada es una billonésima de billonésima de vatio para emitir tanta luz como una bombilla de cien vatios necesitaríamos
diez mil billones de agujeros negros es lo más próximo a cero
en la factura de eléctricas.
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