Cuando las personas que me rodean se enteran que soy físico, suelen interrogarme con una típica serie de preguntas.
¿Es cierto que el hombre llegó a la Luna o fue todo un engaño?
¿Cómo explica la ciencia sentimientos como el amor?
¿Qué hubo antes del Big Bang?
¿Existen los OVNIs y los extraterrestres?
Y es justamente sobre esta última pregunta que voy a explayarme en este artículo, para tratar de aclarar verdades, rumores y mentiras acerca
de los OVNIs y la existencia de vida extraterrestre.
Voy a empezar haciendo dos afirmaciones bien controversiales, para luego proceder a explicarlas y aclararlas como corresponde.
Voy a empezar haciendo dos afirmaciones bien controversiales, para luego proceder a explicarlas y aclararlas como corresponde.
Afirmación N° 1: los OVNIs existen.
Afirmación N° 2: los extraterrestres existen.
¡Tranquilos, compañeros de ciencia, no se asusten!
Lo que marca la diferencia clave en el asunto es algo que la mayoría
de los ufólogos no parece comprender, y es lo siguiente.
Afirmación N° 3: no existe relación alguna entre los avistamientos
de OVNIs y el fenómeno de la vida extraterrestre.
¿Qué es lo que entendemos por OVNI?
¿Qué es lo que entendemos por OVNI?
Creo que a cualquier persona que le mencionemos dicha palabra automáticamente pensará en pequeños hombrecitos verdes de cabezas gigantes y ojos saltones volando en naves con forma de platillo.
Ese es el erróneo estereotipo de vida extraterrestre que la mayoría de las personas suele asociar con la palabra OVNI.
Pero el significado del término OVNI es mucho más simple:
objeto volador no identificado.
Un OVNI es simplemente eso: algo que vuela, que vemos en los cielos y que no tenemos la capacidad de identificar.
¿Eso existe?
¡Por supuesto que existe!
Hay miles de cosas volando por aquí y por allí que no podemos identificar.
Pero eso no quiere decir que debamos asociarlas con vida extraterrestre; es ahí donde está el mayor error.
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Los marcianos juegan al bowling con las cabezas de la Isla de Pascua, en la película "Mars Attacks". |
Yo mismo tuve una experiencia propia muy cercana con los OVNIs.
Sucedió después de adquirir mi primer telescopio, cuando comencé a introducirme en la astronomía observacional.
Una noche como cualquier otra, me encontraba observando una porción del cielo que presentaba una particular acumulación de estrellas, cuando de repente un punto de luz muy veloz atravesó mi campo de visión.
Mi corazón se aceleró. ¿Qué sería aquel objeto? ¿Un cometa?
¿Un meteoro? ¿Un satélite? ¿Algún otro cuerpo celeste distinto?
Entonces comprendí que aquello que había atravesado mi campo de visión era un OVNI: un objeto del cielo que yo no tenía la capacidad de identificar.
Nada de platillos voladores, nada de extraterrestres; solo eso, un objeto no identificado.
Más tarde, tras informarme correctamente, supe que era lo que había visto:
la estación espacial internacional en su órbita alrededor de nuestro planeta.
¿Qué es lo que entendemos por vida extraterrestre?
¿Qué es lo que entendemos por vida extraterrestre?
Al igual que sucede con los OVNIs, la mayoría de las personas asocia
la palabra “extraterrestre” con los mismos individuos verdes de cabezas enormes.
La difusión de este incorrecto estereotipo en la cultura popular es tan grande que por ello se presenta la incorrecta relación entre OVNIs y extraterrestres.
Pero debemos comprender que extraterrestre solo significa
“fuera del planeta Tierra”.
Cuando nos referimos científicamente al tema, hablamos de cualquier forma de vida que pueda existir en cualquier cuerpo celeste fuera
de nuestro planeta.
Y seriamos completamente ingenuos si creyéramos que las formas
de vida en otras partes del universo adoptarían una anatomía
tan parecida a la humana.
Miremos la vida en la Tierra,
Miremos la vida en la Tierra,
¿cuántas formas de vida son muy similares a la humana?
Toda la familia de homínidos y algún que otro espécimen del orden de los primates pueden parecernos similares.
Pero dentro de la increíble y majestuosa diversidad del árbol de la vida, estas familias de especies son solo una muy diminuta e ínfima ramita.
La mayoría de las formas de vida que pueblan nuestro planeta no guardan similitud alguna con nosotros.
Pensemos en los grandes reinos de la vida: las bacterias, las plantas
y los hongos son (por lo menos en apariencia) notablemente diferentes.
Lo mismo sucede con la gran mayoría de las especies del reino animal,
son estructuralmente muy diferentes a nosotros.
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Imagen del falso documental sobre una autopsia a un ser extraterrestre, que se propago en la década de los 90. La película “Alien Autopsy” muestra como fue planeado el fraude. |
Sin embargo, el estereotipo común acerca de los extraterrestres se asemeja demasiado a los humanos: son versiones estilizadas de hombres con cabezas grandes y diferente color de piel.
Incluso en la mayoría de los casos son aún más parecidos a nosotros que nuestros parientes primates.
Hemos asumido que la mayoría de las formas de vida que han evolucionado
y se han diversificado en nuestro planeta son anatómicamente muy diferentes a nosotros.
También podemos asumir que la evolución y diversificación en otros planetas seria incluso mucho más diferente a todo lo que conocido
en la Tierra.
¿Es lógico entonces llegar a la conclusión de que los extraterrestres puedan ser seres tan parecidos a los humanos, incluso más parecidos que los parientes más cercanos que tenemos en nuestro propio planeta?
Mi opinión es que no, de ninguna forma;
el estereotipo común sobre los extraterrestres suena más a una carencia
de imaginación en aquellos que proponen las teorías conspirativas
que a otra cosa.
Las formas de vida extraterrestre reales probablemente sean algo
que ni siquiera imaginamos, anatómicamente hablando.
Hemos dicho que los OVNIs existen y son objetos en los cielos
Hemos dicho que los OVNIs existen y son objetos en los cielos
que no podemos identificar.
Hemos dicho que la vida extraterrestre (muy probablemente) existe
y debe constituirse de formas y anatomías que ni podemos imaginar.
También hemos dicho que la relación entre los OVNIs
y la vida extraterrestre es absurda, que no debería existir relación
alguna entre ambos fenómenos, y continuación voy a tratar de justificar
de la mejor forma posible esta última afirmación.
En principio, lo más básico de todo: no hay evidencias.
En principio, lo más básico de todo: no hay evidencias.
Aquellos que afirman haber tenido encuentros con formas de vida extraterrestres lo hacen basándose en experiencias personales
de muy dudosa credibilidad.
Los astrónomos profesionales de todo el mundo dedican su vida entera a escudriñar los cielos constantemente, y no tenemos registro ni de un solo astrónomo que se haya topado con platos voladores o cosas semejantes. Las personas que afirman haber tenido encuentros con extraterrestres no son profesionales, tienen títulos en pseudociencias como la ufología y cuentan con nula credibilidad en el ámbito científico.
“Afirmaciones extraordinarias requieren siempre de evidencia extraordinaria”.
Y hasta ahora no nos han presentado ni siquiera
una evidencia medianamente seria.
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Abducción infantil imaginaria… bueno, imaginaria como todas las abducciones. |
Otra justificación simple para acabar con las teorías conspirativas sobre platos voladores y OVNIs es una comprensión básica y real de las distancias astronómicas que separan a los cuerpos en el espacio.
Las distancias que separan a las estrellas y los sistemas planetarios en el espacio son imposibles de imaginar.
Y pensemos lo siguiente: a la evolución por selección natural en nuestro planeta le llevo aproximadamente
3.000 millones de años desarrollar una especie capaz de salir
de su planeta y viajar al espacio, como lo hacemos los humanos.
Aún así, con nuestra tecnología de cohetes más moderna,tardaríamos más de 70.000 años en llegar a la estrella más cercana.
Con la inmensa cantidad de condiciones y factores requeridos para la evolución de una forma de vida inteligente (área de habitabilidad, temperaturas estables, pocas catástrofes, entre muchas otras) podemos asumir que no son muchos los lugares “cercanos” donde se haya podido desarrollar vida capaz de conquistar el espacio; mucho menos civilizaciones con tecnologías tan avanzadas como para llegar en naves
Con la inmensa cantidad de condiciones y factores requeridos para la evolución de una forma de vida inteligente (área de habitabilidad, temperaturas estables, pocas catástrofes, entre muchas otras) podemos asumir que no son muchos los lugares “cercanos” donde se haya podido desarrollar vida capaz de conquistar el espacio; mucho menos civilizaciones con tecnologías tan avanzadas como para llegar en naves
hasta nuestro planeta.
¿De verdad alguien puede encontrar creíble que lleguen a nosotros en rosquillas voladoras y jueguen a las escondidas entre las nubes?
De existir una sociedad extraterrestre tan avanzada como para llegar a nuestro planeta, no tendrían nada que ocultar, mucho menos que esconderse; los humanos seriamos tan avanzados para ellos como un microorganismo lo es para nosotros.
Si en algún momento en el futuro cercano logramos una comunicación con alguna civilización o forma de vida inteligente allí afuera, seguramente no será a través de naves o vehículos interplanetarios.
Si en algún momento en el futuro cercano logramos una comunicación con alguna civilización o forma de vida inteligente allí afuera, seguramente no será a través de naves o vehículos interplanetarios.
De seguro el primer método de contacto será a través de radiofrecuencias.
Toda civilización inteligente que adquiera el conocimiento y las tecnologías necesarias para conquistar el espacio deberá, en primer lugar, adquirir conocimiento sobre el espectro electromagnético y el uso
de radiofrecuencias.
Y esa es la forma de comunicación por excelencia, dado que las ondas de radio viajan a la velocidad de la luz.
Utilizándolas, se reduciría el tiempo de comunicación con nuestra estrella más cercana de 70.000 años a 4 años; una gran diferencia.
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Radiotelescopios, usados para captar posibles radiofrecuencias enviadas desde otros lugares del Universo. |
Resumiendo...
Los OVNIs son objetos voladores que no podemos identificar, nada más que eso. La vida extraterrestre probablemente exista allí afuera,
en formas que ni siquiera podamos imaginar.
La vida extraterrestre inteligente posiblemente también exista, solo que aun no hemos recibido ninguna comunicación de ellos y las distancias astronómicas hacen prácticamente imposible que lleguen hasta nosotros.
Los avistamientos de OVNIs pueden ser simples confusiones al no saber
lo que se está observando, o terribles fraudes.
Las teorías conspirativas sobre los gobiernos escondiendo a los extraterrestres son puras patrañas ideadas por personas con el único afán de vender sus productos, nada más.
Y concluyo citando al gran físico Richard Feynman:
"Hay que tener la mente abierta,
pero no tanto como para que se caiga el cerebro."





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