Sentía que le amaba,
hacía días que nuestras miradas hablaban por sí solas,
deseaba que ese momento llegara...
Nuestro primer beso,
el primero de otros muchos,
de muchas miradas, de risas bajo el edredón,
de cenitas bajo las estrellas, de paseos bajo la lluvia,
y susurros secretos...
Por fín,
se acercó, me miró intensamente,
tome su rostro entre mis manos,
con suave fuerza, con decisión y precisión,
mis ojos se perdieron en los de ella
al sentir su respirar en mis labios...
y cuando los volví a abrir...
en esto me convertí.
¡¡¡ Que mal cuento me toco !!!
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