sábado, 19 de noviembre de 2011

Existe el Tiempo...?


En agosto de 2003 un joven neozelandés de 27 años llamado Peter Lynds causó cierto revuelo en los medios de comunicación del mundo entero. 

Según se contó, una revista científica llamada Foundations of Physics Letters acababa de aceptar un artículo suyo que estaba destinado a revolucionar la ciencia. 

Incluso se le comparó con Einstein. 

El revuelo fue importante hasta el punto que empezaron a salir muchas leyendas urbanas sobre su persona: unos decían que el tal Lynds no existía, otros que era una estratagema publicitaria de una emisora de radio universitaria. 

No fue ninguna de las dos cosas: era un chico que trabajaba en una empresa aseguradora de Nueva Zelanda y que había asistido sólo un semestre a clases de física en la Universidad Victoria de la ciudad de Wellington. 

Algunos lo tacharon de lunático que no tenía ni idea de conceptos básicos
 de física; por el contrario, otros pensaban que sus ideas no 
eran revolucionarias pero sí bastante interesantes. 

¿Sobre qué escribió este chico?

 Nada más y nada menos que sobre uno de los temas más recurrentes 
de la filosofía: la naturaleza del tiempo.

Su idea es que el tiempo es una ilusión: la realidad no es más que una secuencia de eventos relacionados entre sí. 

La idea se le ocurrió tras ver la película El genio del amor, protagonizada 
por Walter Matthau en el papel de Einstein, Meg Ryan como su brillante sobrina y un Tim Robbins enamorado y mecánico de coches. 

Cuando Robbins le va a dar un beso a Meg Ryan, ésta le recuerda la paradoja de Zenón: si para ir de un punto a otro primero recorres la mitad, 
luego la mitad de la mitad, y así sucesivamente, nunca llegarás a tu destino. Robbins acaba con la paradoja besándola, pero para Lynds ahí comenzó 
su aventura porque ¿y si la paradoja no tuviera que ver con llegar a un lugar sino con que no existe algo que podamos llamar pequeñas fracciones 
de tiempo?

La fama que alcanzó Lynds tiene más que ver con una mezcla de casualidades que con un trabajo de altura: únase un mes de agosto, habitualmente parco en noticias, unas páginas que llenar, una nota de prensa algo exagerada
 y un tema que siempre ha fascinado. 

Porque decir que el tiempo no existe es de todo menos nuevo.

 El sofista del siglo V a. C. Antifonte de Atenas escribió en su obra cumbre Sobre la verdad: “El tiempo no es una realidad sino un concepto 
o una medida”. 

Parménides fue más lejos al afirmar que tanto el tiempo, 
como el movimiento y el cambio son ilusiones.

En la actualidad, uno de quienes llevan negando que exista durante 30 años es un hombre peculiar, un doctor en física que decidió no seguir el camino habitual de la ciencia yendo a la caza de un puesto estable en alguna universidad o instituto de investigación: Julian Barbour.

 Ganándose la vida como traductor de revistas científicas rusas,
 el resto de su vida lo dedica a pensar sobre temas tan fundamentales 
como la naturaleza del tiempo, sin la angustia y la prisa que todo científico ortodoxo sufre: publicar o morir. 

Puede permitírselo pues su investigación no dependen de subvenciones estatales que exigen un mínimo de publicaciones anuales. 

Dice que así puede pensar con más profundidad.

Y no es una mala opción teniendo en cuenta los quebraderos de cabeza
 que provoca pensar en estas cuestiones.

 San Agustín lo tenía claro: “Si nadie me pregunta, sé lo que es el tiempo, pero si me preguntan entonces no sé lo que debo decir”. 

Casi 1.500 años más tarde el premio Nobel de Física Richard Feynman respondía algo parecido: 

“Ni me preguntes. Es demasiado duro pensar sobre ello”. 

El imaginativo cosmólogo Lee Smolin tampoco se queda atrás:

 “He estado estudiando lo que es el tiempo durante la mayor parte de mi vida adulta. Y debo admitir que no estoy más cerca
 de responderlo de cuando estaba en la escuela.”

Para mi... el Tiempo es una cuantificación creada por el hombre para justificar
la degradación de la materia y el aferro a ella... en lo que determina como VIDA... nada más irreal en el contexto del TODO.

No hay comentarios: