lunes, 19 de diciembre de 2011

El Principito, ese libro para adultos

"Lo que hace importante a tu rosa es el tiempo que has perdido en ella"

Antoine de Saint-Exupéry

Entre otras cosas, he leído historias de guerra, traición y muerte; historias tristes y desoladoras; historias de reflexión y alegría; pero confieso ahora que sólo un libro me hace llorar: 

El Principito.

Es un libro fabuloso y feliz que generalmente se obliga a leer a los niños de primaria y secundaria (7-16 años); lo cual es acaso un error: no puedes obligar a nadie a ser feliz.

 Y es erróneo por otro motivo:

 no es un libro para niños.

El Principito limpiando su planeta

El autor de El PrincipitoAntoine de Saint-Exupéry, era piloto. 

El 30 de diciembre de 1935 durante un vuelo, -que podríamos llamar deportivo, pues su intención era establecer un récord de navegación- sufrió un aterrizaje forzoso en medio del Sahara. 

Con Antoine iba su copiloto; ambos ignoraban plenamente su ubicación. 

Como vituallas contaban con algunas uvas, naranjas, y -evidente siendo franceses- una pequeña ración de vino; vituallas que demostraron ser insuficientes. 

 Al segundo día tenían alucinaciones; al tercer día estaban tan  deshidratados que dejaron de sudar, preámbulo de la muerte.

 Milagrosamente, el cuarto y esperadamente final día, un beduíno que pasaba los rescató.

 Esta extrema experiencia marcó a Antoine, pero no le alejó de su gran pasión, que era el vuelo.

 Antoine de Saint-Exupéry vestido de piloto 


Sin embargo, recordemos que se trataba de la época romántica de la aviación, los años entreguerras, la época de las hazañas y los pilotos de pruebas,
 de  John William Alcock y Arthur Whitten Brown, Charles Lindbergh, Amelia Earhart, Richard Byrd; donde era normal que los pilotos sufrieran constantes percances y aterrizajes forzosos.  Antoine de Saint-Exupéry 
no era la excepción, y su cuerpo era un catálogo de lesiones y fracturas.

 Aún así, se enroló en la fuerza aérea francesa para defender
 su patria de la invasión germana.

 Amelia Earhart, primera mujer
 en cruzar en solitario el Atlántico 

Cuando la defensa y el gobierno francés caen, Antoine se refugia 
en Nueva York. Pero regresa en 1943 para unirse a la resistencia francesa; aunque no lo querían admitir debido a su lamentable estado físico y su "avanzada" edad: 43 años; pienso en un quarterback del futbol americano,
 a los 43 años está tan lastimado que su cuerpo tiene las lesiones y dolencias de un anciano de 70; tal era el lastimero estado de  Antoine de Saint-Exupéry su vida de piloto de pruebas le pasó factura: le causaba dolor tan sólo subir
 al avión. 

Al final, es admitido, y lucha por Francia y los aliados. 

Tuvo una última misión. 

Después de ella, se perdió su avión y nunca más se supo de él. 

Se encontró en su mesa de trabajo la siguiente nota:
Si me derriban no extrañaré nada.
 El hormiguero del futuro me asusta y odio su virtud robótica. 


Yo nací para jardinero. 
Me despido,  Antoine de Saint-Exupéry
Lockheed F5B, el avión en que
 se perdió Antoine de Saint-Exupéry 

Antoine de Saint-Exupéry escribió otros libros, pero El Principito es por mucho el que le dió fama universal. 

Ha sido traducido a más de 180 idiomas 
y dialectos, y es uno de los libros más conocidos a nivel mundial.
Su estilo y su historia son sencillos. 

Esto, aunado a que es muy corto, -aproximadamente 90 páginas- le hacen el favorito de... los maestros para que lo lean los niños. 

Repito: es un error. 

El Principito es un libro para adultos.

 Para el niño que hubo y que quizá hay en cada adulto. 

Y es que El Principito habla de temas muy profundos e importantes, como el color del trigo y el brillo de las estrellas. 

Te explica porqué es tan importante lo importante 
-lo verdaderamente importante-, y porqué nunca se desperdicia 
el tiempo en el amor, aunque al final
 -y esto siempre sucede- se pierda.

 El Principito y Antoine de Saint-Exupéry 

Muchos lo leen de niños, y probablemente, se les hace aburrido.

 Lo más probable es que para un niño lo sea.

 Al niño no le interesan la reflexión ni la metáfora, sino la fantasía y la trama. 

Y la trama de El Principito es -porqué no decirlo- demasiado simple. 

Pero precisamente su maravilla está en su sencillez;
 los temas que parecen más complicados logra explicárnoslos al fin.

Es un libro que merece una segunda oportunidad: la mayoría lo ha leído, desgraciadamente a destiempo, y muchos lo han dejado por ahí, 
pues le recuerdan como aburrido.

 No es así en absoluto.

 Reléalo. Dése ese gusto. Y se sorprenderá. 

Usted ha cambiado, pero El Principito siempre estará ahí para conversar
 con usted, así se encuentre en medio del desierto; y precisamente porque usted ha cambiado ahora quizá sí podrá ver el corderito dentro de la caja.

Inténtelo. Es un cordero muy bonito.

No hay comentarios: