viernes, 23 de diciembre de 2011

Se me cayó el UNIVERSO...


…Y he sufrido una luxación del alma.
 El solsticio de verano me ha producido un lumbago nada instrascendente.
Miro hacía arriba, no veo nada.
 Es de noche en la confluencia de los mares, cielo negro y extraña y distantemente punteado…Púlsares, Quásares, Supernovas, Agujeros Negros, Agujeros de gusano, Estrellas, Planetas, Asteroides….menuda comparsa anda por ahí suelta…entes intelestelares varios que componen el zoo cosmogónico. 
Sería todo mucho más fácil si una enorme serpiente estuviera suspendida en el vacío del infinito, mordiéndose la cola, simbolizando la carrera eterna del sol en el cielo. 
Y si sobre ella reposara una tortuga sobre la que hubiera 4 elefantes. Tortugas, elefantes y serpientes son conceptos mucho más fácilmente digeribles que púlsar, quásar o similares. 
Un mito, cualquiera que fuera o fuese,  siempre es más entendible que la mecánica cuántica…lo que hace el viento, cómo desparrama los pensamientos.
Luego miro hacia abajo, y aquí estamos los aquí presentes, en el planeta Tierra, la diversidad biológica que lo compone, desde los seres humanos, hasta los paramecios, pasando por hongos, ornitorrincos y moscas. 
Tampoco nos podemos olvidar de las piedras, ígneas, metamórficas y sedimentarias.
 Árboles, retrovirus, geranios y el aire que respiramos y las micropartículas que estornudamos…
Tanto mirar para arriba que caen hormigas, y mirar para abajo que caen escarabajos, al final todos compartimos el mismo origen. 
Los átomos que componen tu cuerpo una vez fueron parte de una estrella agonizante gigante roja.
 La materia, que en su viaje infinito de construcción y destrucción se va reencarnando en múltiples realidades que nada tienen que ver con la moralidad de la vida anterior, es la misma que forma y conforma cualquier cosa que se te ocurra, y todas las que ni se te ocurren.
Da igual que las partículas elementales tengan forma de esfera puntual, cuerda o nudo marinero… 
Somos polvo de estrellas, y eso lo dijo Sagan hace ya unos añitos. 
El ciclo infinito del Universo que utiliza siempre los mismos ladrillos para todo y para todos. 
Es el mayor reciclador que jamás existirá. 
Aquí no se desperdicia nada.
¿Y esto de que nos interesa? 
Bueno por ejemplo, para que cuando mires al cielo, en lugar de sentirte pequeño e insignificante, sea justo al contrario.
 Tu eres parte de ese cielo, el universo está en tí. 
Tu materia es tu espíritu…
Al final van a tener razón los chinos. 
Me refiero al Tao, metafísica con aire exótico. 
Lao Tse lo dejó claro, y a pesar de ello hay un alto riesgo de que despues de leerle te quedes igual que al principio.
 El Tao que puede conocerse no es el Tao. 
Tao es todo lo que existe y puede existir.
 El Tao es ubicuo y eterno; llegó antes que la Naturaleza. 
Tao es infinito.
Girando el globo planetario, y avanzando la máquina del tiempo, Spinoza y luego Hegel hablaron de que en nosotros, que somos finitos, se encuentra lo absoluto, el infinito. 
No te vale de nada, cierto, pero bueno, el ratito de autoestima contenta siempre merece la pena.
La culpa es del sol, que se fue lo más lejos que pudo del ecuador, y nos sumergió en una vorágine de consumo.
Feliz solsticio de verano y felices Fiestas...

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