domingo, 25 de diciembre de 2011

Te supe...



 Te supe ver,
temblabas vertical, tan obstinada
corrías entre alegre y asustada
quería desnudar tu algarabía.


 Al caos infinito de mi nombre
viniste con el vuelo de tu alma
durmiendo mis mareas con tu calma
no sólo fuiste pájaro, ya mujer.

Te supe bálsamo, raíz, mi casa
mi lugar dulce donde al fin regreso
camino y viento que mi piel amasa.

Te supe amor y góndola, marisma,
y desde entonces fuiste mi refugio
que me protege y guarda de mí mismo.

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