Hay un gesto cotidiano que nos dice:
Hay un modo de estar que nos delata,
y siempre el tiempo que nos recuerda quiénes somos.
Se nace una mañana empapado de alba,
después de recorrer la infancia más remota,
después de volver del colegio
comiendo una naranja lentamente,
sin fijarse mucho si estamos sobre un puente,
sin ver apenas cómo alas dibujan el paisaje...
Siempre hay un gesto cotidiano que nos dice...
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