lunes, 2 de abril de 2012

30 años después...

Todo conflicto bélico tiene su inicio, ya sea histórico, de intereses o simplemente usado para tapar una situación que ya desborda toda actitud  demagógica de un gobierno.

Más allá de un legítimo reclamo de Soberanía, que hasta hoy perdura en cada Argentino, lo que fue y pasó... sencillamente una masacre 
de 649 jóvenes argentinos que desde una mínima COLIMBA saltaron a ser soldados de una GUERRA contra la segunda fuerza militar del mundo.

Un evento gestado entre secretos, disputas de poder entre armas
 y algún que otro whisky en las rocas.

Que luego de un estudiado engaño en las noticias que se nos daba,
terminó con la triste rendición y la pérdida de 649 vidas argentinas, desnudando la COBARDÍA de la mayoría de la oficialidad y los altos mando
 y el HEROÍSMO de aquellos PIBES de 18 años.

Otro orgullo, los pilotos argentinos de la fuerza aérea y la marina,
que con aviones menos que mínimante equipados demostraron tener
 la valentía para ser HALCONES sobre las aguas

Hoy después de 30 años recordamos aquellos que no volvieron
aquellos que svolvieron, aquellos que son parte de de nuestra historia, aquella historia que vivimos sin ser contada por terceros.

Reconocimiento... aquel que la política le interesa...
Discursos... bonitas palabras... bandearías partidarias... 
grupos que destrozan, gritan, insultan... en nombre de vaya a saber qué...
 Y en un costado de todo eso... ELLOS, los verdaderos HÉROES de Malvinas, con sus silencios, recuerdos, con aquel compañero que ya no está 
a su diestra, con ellos en sus medallas colgadas de sus pechos, 
pequeños logros de grandes PIBES
Con la mirada de sus hijos, los cuales sentirán que su papá en un HÉROE.

Hoy en todas las imágenes que se muestran, están ELLOS y tantos otros que ocupan pantalla para figurar en una historia sin cupo
 para los que se cuelgan de una fecha. 
Los mismos que pasarán a ser simples olvidados o imputados al fin 
de un mandato... pero ELLOS aquellos PIBES serán siempre HÉROES de Malvinas, de los cuales me siento ORGULLOSO como Argentino.

 HÉROES contemporáneos en una GUERRA ABSURDA
firmada entre delirios y Whiskys.

PIBES... SOLDADOS de Malvinas... un eterno GRACIAS.

Argentina 1982



el general Leopoldo Galtieri, 
sucesor de Lacoste en la presidencia argentina

En 1981 la dictadura decidió que 1982 iba a ser el año de las islas Malvinas, porque La Junta Militar Argentina enfrentaba muchos problemas internos. Entre marzo y abril de 1982 ocurrieron cinco manifestaciones contra el gobierno militar, tres de ellas organizadas por los familiares de los desaparecidos y todas reprimidas duramente. 
La popularidad del gobierno estaba en franco descenso, mientras la inflación crecía y el PBI se reducía en un 11,45%; el régimen militar se desmoronaba y Galtieri comprendiò que las Fuerzas Armadas no tenían el suficiente poder para evitar la transiciòn democràtica que ya aparecía en el escenario político.
La ocupación de las islas Malvinas parecía lo único que podía conformar a la descontenta sociedad argentina. 
Después de seis años de dictadura, la Junta Militar necesitaba de una victoria, tras una operación dramática pero necesaria para unir al país, con la recuperación de lasislas Malvinas, un anhelado sueño de la sociedad argentina parecía el modo ideal de lograrlo.
Siguiendo el modelo de la abortada Operación Soberanía para la solución del aún pendiente Conflicto del Beagle con Chile,
 Galtieri dio lugar el 26 de marzo a la Operación Rosario, un plan
 de desembarco en Islas Malvinas para canalizar en el conflicto bélico 
la animosidad popular.
 El 2 de abril de 1982 un contigente al mando del contraalmirante 
Carlos Büsser desembarcó en la Isla Soledad, tomaron prisionero 
al gobernador británico de las islas sin causar bajas enemigas para evitar
 una reaccion británica en el futuro. 
El desembarco y toma de la capital insular, Port Stanley, a la que se rebautizó Puerto Argentino, con tres bajas militares, provocó una fuerte adhesión popular, con manifestaciones públicas de apoyo, la sociedad Argentina había olvidado a los desaparecidos, a la depresión causada
 por los militares y al desastre económico era el sentimiento Malvinas.







Cronología del ataque

El 1 de abril, a las 21:18, el primer grupo de botes se desprendió del D-2: 84 comandos anfibios y buzos tácticos bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots. A las 22:45, el grueso de la Agrupación de Comandos Anfibios salió del buque en 19 embarcaciones destacándose, inmediatamente, el destructor en su zona de patrullado. Desembarcaron en Mullet Creek sobre las 23:00. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe (S-21) libró a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el Faro San Felipe (Pembroke). Cuando el ARA Santa Fe (S-21) emergió, fue detectado por el radar de navegación del buque costero Forrest dándose inicio a las hostilidades. A las 23:40 en la zona del aeropuerto se observó una bengala verde y al poco tiempo fue apagado el Faro San Felipe.
Ya el 2 de abril a primeras horas se dio el desembarco de un grupo de comandos anfibios , y de buzos tacticos con botes neumáticos para despejar posibles obstàculos o minas que hubieran en la playas para el arribo de los vehiculos anfibios , a la 1:30, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividieron en dos grupos: el primero, comandado por él mismo, se dirigió a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos; el segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, avanzó hacia Puerto Stanley con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo.
A la 1:55, el submarino ARA Santa Fe (S-21) salió a la superficie, frente a Punta Calebroña y lanzó sus Buzos Tácticos a unos 3.000 m del Faro San Felipe, que se encontraba apagado, alejándose, luego, a máxima velocidad en superficie, para regresar a su lugar de patrulla. Pero los británicos, sobre aviso, habían evacuado los barracones y estaban desplegados en posiciones de combate para defender la localidad.
A las 4:20, el destructor ARA Hércules (D-1) izó su Pabellón de Guerra y comenzó su patrullado en Puerto Groussac, protegiendo a la iniciación de la fase de asalto, la aproximación del BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42) y de la corbeta ARA Drummond (P-1). A las 5:45, la Fuerza de Desembarco de Sánchez-Sabarots abrió intenso fuego automático y de granadas sobre los barracones donde suponían a los infantes de marina británicos. A los pocos minutos, descubrieron que nadie devolvía el fuego (estaban vacíos). El ruido, por el contrario, alertó al mayor Norman —que dirigía a las fuerzas británicas— de que los argentinos habían llegado.
Cerca de las 6:00 se apagaron las luces de la bodega del BDT, se abrieron las compuertas de proa y se pusieron en marcha los enormes extractores de gases.
A las 6:22, llegó la orden "¡Primera ola al agua!" y, desde el BDT ARA Cabo San Antonio (Q-42), comenzaron a desembarcar los vehículos anfibios, con fuerzas del Regimiento de Infantería 25 del Ejército Argentino. El ARA Cabo San Antonio (Q-42) libró la compañía E de vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del 2º de Infantería de Marina, orientándose con las balizas que habían colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe (S-21). La primera oleada, bajo el mando del capitán de corbeta (IM) Hugo Santillan, llegó a tierra y tomó la dirección del aeropuerto. La compañía "D" desembarcó poco después para ocupar el faro.
A las 6:30, desde el D-2, se irradió un comunicado en el que intimaba a la población a no ofrecer resistencia para evitar derramamiento de sangre.
El grupo de Giachino, la avanzada de las fuerzas argentinas, se dirigió a la casa del Gobernador, invitándole a la rendición. Al no recibirse respuesta, entraron al anexo de los sirvientes, donde se había atrincherado un grupo de Marines Reales, entablándose un combate. Comenzó un tiroteo generalizado, donde se produjo la primera baja del conflicto, el CCIM Pedro Giachino, que fue herido mortalmente;19 fueron también alcanzados por las esquirlas y resultaron heridos de gravedad, el Teniente de Fragata Diego García Quiroga y el Cabo Primero Ernesto Urbina. El resto de sus hombres se replegaron, aunque mantuvieron el asedio sobre la sede del gobierno británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma.
Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hicieron creer a los defensores que estaban bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultó decisivo para obtener su rendición. A los pocos minutos, aterrizó el primer Lockheed C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina en el Aeropuerto de Puerto Stanley.
Cuando la compañía E llegó a las proximidades del viejo aeropuerto, sufrió el primer ataque de la infantería de marina británica. Un blindado LVTP-7 fue averiado por disparos de una ametralladora, pero la tripulación resultó ilesa. El Contraalmirante Busser, responsable del desembarco, comenzó a preocuparse: las tropas blindadas aún no habían entrado en contacto con los comandos, y la resistencia británica era más intensa de lo esperado. Ordenó entonces que una compañía del Batallón de Infantería de Marina 1 con lanzacohetes de 105 mm fuesen helitransportados a la costa.


El cabo Jacinto Eliseo Batista de los comandos anfibios conduce prisionero a un grupo de Royal Marines tras la rendición británica
A las 8:30, el gobernador Hunt y el mayor Norman, sitiados y bajo presión, debatieron qué hacer. Se sugirió dispersarse por el interior para iniciar una guerra de guerrillas, pero, finalmente, creyéndose rodeados por un batallón de Infantería de Marina, decidieron que este plan de acción no tenía sentido.20 Hicieron traer a Héctor Gilobert, un argentino residente de las islas al que consideran un espía, y le encargaron negociar el alto el fuego. A las 9:30, el gobernador Hunt rindió las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Un avión de transporte militar argentino llevó a Hunt a Montevideo, desde donde se dirigió a Londres.
Utilizando el helicóptero Westland Lynx Mk.23 0739/3-H-141, desde el ARA Hércules (D-1), se trasladó al abanderado de la Flota de Mar, el Teniente de Fragata Martín Cazaux, para afirmar el pabellón en Puerto Stanley (posteriormente, llamado Puerto Argentino).
Cumplida su tarea por la Fuerza de Desembarco, algunas de sus fracciones se encontraban listas para el repliegue al Continente, que comenzó el mismo 2 de abril.
En esas circunstancias, y ante la necesidad de brindar apoyo logístico a las unidades navales que operaban en el puerto de la capital de las islas, el comandante de la Flota de Mar dispuso la creación del Apostadero Naval Malvinas, designando como jefe del mismo al capitán de fragata Adolfo A. Gaffoglio.
Al día siguiente, aparecieron en los periódico británicos las fotos de los marines tendidos en el suelo boca abajo. Aproximadamente 120 defensores (incluyendo civiles armados) fueron capturados por los argentinos en la acción.21
Sin embargo, en las islas Georgia del Sur los británicos no aceptaron la rendición. Cuando en la mañana del día 3 las fuerzas argentinas trataron de tomar Grytviken, los 22 infantes de marina británicos reaccionaron, pero luego decidieron rendirse.
Pasado el mediodía del 3 de abril de 1982, la bandera argentina ondeó sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sándwich del Sur (en estas últimas hacía varios años).
Los prisioneros británicos volvieron a su país vía Montevideo.
Ese mismo día, Margaret Thatcher intervino en la Cámara de los Comunes para debatir el tema de las Malvinas; anunció la organización de una fuerza operativa especial, la creación de un gabinete de guerra y la renuncia, entre otras, de su Ministro de Asuntos Exteriores, Lord Carrington.22


El 2 de abril Astiz anunció a los argentinos que se hallaban en Puerto Leith que su país había recuperado las Malvinas.
 Recibiendo la orden de ejecutar la Orden de Operaciones Nº 1/82 "S".

La Junta Militar comunica a la nación que la toma de Grytviken, en las Islas Georgias del Sur, se inició siendo las 12:20 horas del 3 de abril, y culminó con la rendición de efectivos británicos de las mismas a las 14:30. 
Durante la ejecución de la operación, personal británico abrió fuego produciendo 3 bajas en el grupo de tareas de nuestra armada.

 El 25 de abril efectivos británicos desembarcaron cerca de Puerto Leith.
 A las pocas horas Astiz, al mando de solo 15 hombres y 39 operarios civiles, fue rodeado por tropas muy superiores en número y su posición sometida
 al cañoneo del destructor HMS Antrim y las fragatas HMS Plymouth y HMS Brilliant, apoyadas por los buques logísticos RFA Tidespring y HMS Fearless. Previamente, había ordenado a los civiles alejarse del lugar y ponerse 
a cubierto dento de una edificación distante a un kilómetro de su posición.
 Tras el primer bombardeo, las fuerzas británicas instaron a Astiz a rendirse pero este se negó (relato de Antonio Jorge Patané, jefe de los operarios chatarreros en el programa de TV de Santo Biasatti). 
Reiniciado el ataque, Los Lagartos soportaron una nueva andanada de proyectiles, muy violenta, en tanto los efectivos de la Compañía M 
del 42 Comando de los Royal Marines al mando del mayor J. M. Sheridan estrechaban el cerco.
Fue ante una segunda intimación por parte del enemigo que Astiz 
depuso las armas. 
El pabellón argentino había sido arriado unas horas antes con la firma 
de la capitulación a cargo del capitán de corbeta Luis Lagos de la Infantería de Marina y el capitán Horacio Bicain, comandante del submarino ARA Santa Fe, luego de un prolongado combate en Grytviken que comenzó en altamar con el ataque al sumergible argentino y su defensa por parte de la tripulación apostada en la vela, y terminó en tierra con un fuerte intercambio 
de disparos. 
Astiz rindió a su grupo ante los capitanes Pentreath
 y Barker de las fuerzas armadas británicas.


Y ahora qué...?

La gran pregunta que nos hacíamos la mayoría con los pies sobre la tierra
eso de creer que habíamos vencido a la segunda fuerza militar del mundo 
y nada... era de locos.

Si de loco o de pasado en copas fue el discurso que dijo:

 

Mientras tanto el pueblo argentino...




Y bue... le hicieron caso...




Así los esperábamos...






Operación Corporate 

Fue el nombre dado a la operación Británica para retomar
posesión de las islas Malvinas en 1982.
 El día 2 de mayo, el submarino británico HMS Conqueror comandado 
por el comandante Chris Wreford-Brown atacó con dos torpedos 
Mark 8 al crucero ARA General Belgrano capitaneado por el Capitán de Navío Héctor Bonzo que se hundió en 40 minutos y murieron 323 de sus tripulantes


El hundimiento del crucero constituye una flagrante violación a las normas y convenciones internacionales configurándose como un crimen de guerra.
El hecho causó la muerte de 323 marinos argentinos (prácticamente la mitad de las bajas sufridas en el conflicto por parte de Argentina) y una fuerte polémica, por parte Argentina, al haberse producido el ataque fuera del área de exclusión establecida por el gobierno británico alrededor de las islas.
Es el único caso de un barco hundido en guerra por un submarino nuclear.



Y a partir de allí se sucedieron los 74 días de la Guerra de las Malvinas.

Unos días después del hundimiento del ARA Belgrano, aviones navales de ataque Super Etendard argentinos guiados por Capitán de Fragata
 VGM Ernesto Proni Leston devolvieron el golpe: lanzaron un misil Exocet
 que atacó de gravedad al destructor HMS Sheffield el 4 de mayo dejándolo inutilizado y hundiéndose una semana después. 


Los británicos desplazaron sus barcos al estrecho de San Carlos,

 que separaba ambas islas, y finalmente desembarcaron la Brigada
 de Comandos 3 del Brigadier Julián Thompson al Noroeste de isla Soledad,
 el 21 de mayo. 
Durante muchos días, la aviación argentina bombardeó los barcos británicos, pero no pudo impedir el desembarco.




Los paracaidistas británicos del 2º Batallón de Paracaidistas comandados
 por el Teniente Coronel Herbert Jones avanzaron rumbo a Puerto Darwin, defendido por el Regimiento de Infantería 12 a órdenes 
del Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi donde se produjo la violenta batalla de Pradera del Ganso entre el 27 y el 28 de mayo.
 Murieron 55 argentinos y 18 británicos.



 Debido al fuerte cinturón defensivo alrededor de la capital,
 la captura del terreno alto era vital, por lo que el Brigadier Thompson
 se centró en la captura de los montes Kent y Challenger.
 Se decidió realizar un cerco al estilo tradicional, bombardeando los objetivos y realizando varios ataques aéreos antes de realizar asaltos de infantería.
 Las acciones sobre Dos Hermanas, Longdon y Harriet dieron como resultado la captura de cuatrocientos soldados argentinos.

Pero las noticias que llegaban a la capital eran...



Pero en un abrir y cerra de ojos se escuchó...


 Tras cinco días de combates entre el 10 y el 14 de junio se completó 
la reconquista de la capital malvinense.
La batalla por Puerto Argentino deja a mas de 150 soldados argentinos
 y británicos muertos.
 El 14 de junio quebradas las últimas líneas defensivas de la infantería que debe replegarse en medio de un desorden generalizado se produce la rendición de las fuerzas argentinas en Malvinas la que es formalizada por Gral. Menéndez ante el Gral. británico Jeremy Moore.
 lo cual pone fin al conflicto armado pero no al litigio de soberanía 
que perdurará todavía a comienzos del siglo XXI. 


Y una secuencia e imágenes ya sin filtro que recorrieron 
la piel de cada argentino.








Hoy 30 años después...


simplemente saben que fueron Héroes de Guerra...

Lo entenderá... alguna vez???




649 PIBES-SOLDADOS
un precio muy alto para aprender

Ojalá nunca más se repita.


en vos Jorge... mi humilde homenaje y reconocimiento a cada uno de los miles de PIBES que fueron mandados a una GUERRA absurda 
en el teatro de operaciones...
 A los que regresaron y los que no regresaron
 y dan fe que las MALVINAS son ARGENTINAS. 

Tus hijos sienten el ORGULLO de saber que su papá 
es un verdadero HÉROE ARGENTINO.