jueves, 24 de mayo de 2012

Sobre el electrón que colma el vaso (o la no-linealidad del inconsciente internáutico)


Andaba esta mañana pensando en un poutpourri de ideas.
 Iba diciéndome para mis adentros “Sí, somos los que estamos y estamos los que somos, pero ¿estamos unidos suficientemente para hacer “algo”?
Y luego:
“Hace falta, realmente, eso de “unirse para algo” o bien…….?”
Y a continuación:
“También está eso de la masa crítica, los quantos de Planck, etc.”
Y luego: pausa 
Y enseguida:
“Déjate fluir, ya llegará eso que no sabes qué es pero 
que pugna por ser escrito”.
Y vino a mi mente una cita de Erwin Laszlo:
“Nunca dudes del poder de un pequeño grupito para cambiar el mundo”.
“¿Sincronicidad?”, no he podido por menos de pensar.
Planck descubrió que hacía falta un determinado nivel de energía para que
 un electrón se lanzara a probar otro tipo de vida, otro nivel de definición,
 el salto cuántico. 
Y es que hay procesos lineales y no-lineales. 
Por ejemplo: el vaso se llena (linealmente) a base de una gota, y otra, y otra, y otra… El vaso se llena de agua linealmente, ceñido a la lógica aristotélica
 que nadie va a discutirle: la suma de varias gotas es susceptible 
de llenar un vaso. 

Pero…
Una sola gota lo colma y derrama, repentinamente, el esfuerzo de todas las anteriores: la masa crítica, el punto de inflexión de las campanas de Gauss. 

Virajes cuánticos.
Y el electrón salta de nivel e indaga en otras vidas posibles.
 ¿realmente la masa crítica no requiere más esfuerzo grupal?
 ¿Realmente la masa crítica tiene efecto por sí misma?

El cemento de la masa crítica es -indudablemente- internet.
 Esa masa crítica de humanos (Úbermensch? mutantes, les llamo yo)
 es la que puede decidir cómo nos salimos de esta bifurcación
 que llamamos crisis: o nos hundimos en la catástrofe lineal definitiva,
 o nos salvamos a través de una ósmosis espiritual no-lineal que nos contagie recíprocamente de una nueva percepción de eso que llamamos realidad.

Eso sí puede salvarnos y por esto hoy, un día de invierno lluvioso, 
he vislumbrado al fín un rayo de cálido sol.