“Si no existieras te inventaría”
En una frase muy necesaria para un Alquimista, claro, dentro del campo de lo conciente mí posición no resultaba del todo sólida, o por lo menos dejaba entrever la fragilidad de ciertos argumentos, y como se puede suponer, si ciertos argumentos resultan débiles la conclusión que de ellos se desprenda difícilmente pueda esgrimir algún tipo de solidez.
* Primer análisis de la frase (un tanto negativo si se quiere)
“Si no existiera te inventaría.”
La frase es una especie de condicional-causal, y a esto lo vemos claramente con la formulación “si no… te…”. Los puntos suspensivos pueden ser llenados con lo que se nos ocurra, p. ej., “si no haces la tarea te prohíbo mirar tele”;
“si no comés todo te quedás sin postre”, etc. En otras palabras, una acción es determinante (causal) de otra.
Con respecto a nuestra frase lo que se condiciona es la existencia de alguien (“si no existieras…”), y seguidamente la consecuencia de que ello sea así
(“…te inventaría.”).
Ahora bien, la cuestión creo que podría ser la siguiente: ¿puede ser algo inventado de la nada? En una respuesta rápida se podría decir que sí.
Lo que en todo caso no sería tan sencillo de sostener es que lo inventado
(a partir de la nada) se corresponda (es decir, se parezca o se asemeje) a lo efectivamente existido; podría ser algo muy parecido pero sin duda nunca lo mismo. ¿Y qué consecuencia nos podría traer esto?
Pero antes de responder esta pregunta intentaré ampliar un poco más la situación de aquello que se inventa.
Lo que se inventa sería algo así como abstracto, es decir, no tendría una forma determinada (puesto que no se podría parecer a nada, dado que ese algo a lo que se podría parecer no existe). Y si fuera una abstracción no podría ser hallado en nada concreto (en ninguna cosa, en ninguna persona), o todo lo contrario: puede ser hallado en toda y cada uno de las cosas existentes
(ya que no se tendría conocimiento preciso de algo particular).
Supongamos que esto que se inventa sea simplemente el sentimiento que nos hace, valga la redundancia, sentir la otra persona. Entonces la situación en que podríamos encontrarnos sería más o menos la siguiente: no tengo a la persona (puesto que no existe), pero tengo el sentimiento que sentiría si existiera; pero como no existe, como no la puede hallar, no me queda más remedio que inventarla, que crearla en mí mente o en mí imaginación.
¿A qué conclusión llegamos? Principalmente a que si se inventa no podría ser nunca la persona concreta, dado que lo que se inventa es sólo un sentimiento abstracto, que de ser hallado en una persona sería prácticamente casual. Motivo por el cual, de no existir la persona, eso que se inventa no se podría corresponder con ninguna.
Entonces la gravedad de la cuestión aumenta: aquella persona (existente) podría no ser más que la que “por azar” (o simple cuestión de probabilidad) reunió aquello que de no existir inventariamos y aquello que se inventa por lo general siempre responde a un ideal, y en cuestión de ideales podríamos decir que, justamente por su calidad de ideal, nunca podría ser tal en la realidad.
Y de esto se podría desprender lo siguiente: persona=ideal; o si se quiere: existencia=invención. Es decir, se estaría equiparando lo real con lo ideal; pero por definición, lo ideal siempre permanece un paso más delante de lo real, así que en el caso de que algo no exista, es posible inventarlo, pero si se lo inventa ya no podrá ser real (posible como persona concreta), porque como
se dijo, lo inventado (lo ideal) no es equiparable, igualable, a lo real.
* Segundo análisis.
“Si no existieras te inventaría.”
La pregunta es: ¿cómo podría ser posible que inventásemos algo que se pareciera a algo que no existe?
Aquí (como se dijo párrafos más arriba) lo que se inventaría sería el sentimiento. Ahora bien, ¿qué características tendría este sentimiento?
Aunque creo que la pregunta, para hacerla con más precisión, debería ser: ¿podría tener (estos sentimientos inventados) las mismas características
que las que se hallan en la persona?
Una respuesta que lisa y llanamente se puede dar es que sí, que esto
es posible [en realidad es discutible, pero vamos a suponer que estamos
de acuerdo con esta respuesta].
Entonces lo que nos quedaría por intentar ver
es cómo esto podría ser posible.
Con la frase lo que básicamente se quiere decir es que si te tuviera que inventar, sin duda que lo inventado sería igual a vos. Y esta igualdad quizá sólo sea posible al ser realmente única la persona.
Ahora bien, se me podrá decir que todos somos únicos, y si lo dicho es así,
esa invención que se haría se podría ajustar a cualquiera.
Pero no es así. La invención (producto de un ideal) es única, y si esta persona llegase a existir, también lo sería; por lo que, en el caso contrario, es decir,
en el caso de no existir, se la podría inventar, con la seguridad
de que si llegase a existir sería la misma.
Pero para mi, conciente o inconciente…
“Si no existieras te inventaría”