domingo, 19 de agosto de 2012

Zoucy...La Nada, una afirmación del Creador.


Si en algún momento no existió nada, Nada existiría ahora, pues el primer ser no tuvo modo de empezar a existir. Nada hubiera empezado a existir.
“Si en un momento dado nada existe, nada existiría eternamente. 
La nada absoluta no puede producir ningún ser”.
Si no hubo nada, nunca nada hubiera podido empezar a existir.
La nada dejada a si misma permanece siempre en nada.
El Papa Juan Pablo II en su audiencia general del 10 de Julio de 1985.
“Cuando se habla de pruebas de la existencia de Dios debemos subrayar que no se trata de pruebas de orden científico experimental.
 Las pruebas científicas en el sentido moderno de la palabra, valen sólo para las cosas perceptibles por los sentidos, dado que solamente sobre éstos pueden ejercitarse los instrumentos de la indagación y de la verificación de los que se sirve la Ciencia. 
Querer una prueba científica de la existencia de Dios significa hacer descender a Dios a las filas de los seres de nuestro mundo y, por lo tanto, equivocarse metodológicamente sobre lo que es Dios, la Ciencia debe reconocer sus límites y su impotencia para alcanzar la existencia de Dios; 
no puede ni afirmar ni negar esta existencia.”
Una hipótesis científica como la expansión del Universo hace descubrir, más claramente el problema: si el Universo se encuentra en continua expansión, ¿no debería llegar en el tiempo hasta lo que se podría llamar el “momento inicial”, aquel en el que la expansión comenzó?
“El universo estacionario de Hoyle también exige un comienzo de materia (creación). El proceso de la NADA a existencia de la materia solamente nos es posible describirlo con la palabra CREACIÓN. 
Para que la materia comience a existir se requiere un agente no material 
de infinito poder. UN CREADOR.”
Un universo cíclico está en completo desacuerdo con el principio bien establecido de la Segunda Ley de la Termodinámica que nos enseña que el universo cíclico es imposible. 
Al remontarnos hacia atrás en el tiempo llegaremos por necesidad al momento antes del cual no existía el Universo presente.
Además esta hipótesis del universo pulsante no excluye la idea de creación pues en estas sucesivas expansiones y contracciones, siempre hay pérdida de energía, es decir, antes o después se llegará al final.
Es cosa sabia que la mitad del uranio que contiene una roca se transforma en plomo al cabo de 4,000 millones de años. También es sabido que si todavía hay uranio es señal que no existe desde hace una eternidad, pues en ese caso todo se habría convertido en plomo y ya no quedaría uranio en el mundo.
 La materia tuvo que aparecer en un momento determinado.
La radioactividad natural proporciona un método sumamente preciso para fechar el nacimiento de la materia.
Es imposible que el Universo sea eterno: no quedaría nada de hidrogeno. 
Es cosa sabida que el hidrógeno se convierte en helio en un proceso continuo e irreversible. Si esto sucediera desde toda la eternidad ya se habría gastado todo el hidrógeno que todavía se quema en las estrellas, pues la cantidad de hidrógeno del universo es limitada, y lo que se pierde no se repone.
En la Naturaleza nada se crea ni se destruye; todo se transforma. 
Pero esto supone una creación previa de la Naturaleza.
 La conservación del binomio materia-energía, es una ley de la Naturaleza que no tiene sentido antes de la creación del cosmos.
La ley de la conservación de la energía se entiende de la suma total de energía de todo orden que el cosmos encierra: mecánica, química, eléctrica, calorífica, etc. Pero la energía calorífica se llama energía degradada porque no puede transformarse íntegramente en otra energía.
La energía mecánica puede transformarse enteramente en energía calorífica, pero no al revés. La energía calorífica crece continuamente en el Universo y como, en su mayor parte, no es apta para producir de nuevo un trabajo útil, resulta que la energía utilizable disminuye incesantemente. Este proceso de degradación de la energía se llama entropía.
 La entropía crece sin interrupción hasta llegar a la muerte térmica del Universo; Ahora bien, es evidente que si el Universo debe acabar, ha debido también comenzar; porque de otro modo, si el Universo hubiera existido desde toda la eternidad, ya se hubiera transformado toda la energía y habríamos llegado ya al fin.
Esta continua degradación de la energía expresada en la ley de la entropía, ha hecho que los científicos abandonen la teoría del Universo pendular, pulsante, oscilante, cíclico. No hay evolución cíclica. 
La evolución del Universo en lineal.
Alberto Einstein , uno de los mayores físicos matemáticos de nuestro tiempo, Premio Nóbel de Física 1921, que demostró matemáticamente que la velocidad de la luz es la velocidad límite y no se puede superar, era creyente. 
Reconoció su humilde admiración hacia un espíritu superior e ilimitado. Afirmaba que el hombre de ciencia tiene que ser profundamente religioso. 
Decía con frecuencia: La ciencia sin Religión es renga,
 y la Religión sin Ciencia es ciega.
En la antigüedad creyentes como San Agustín, Santo Tomás o Miguel Ángel, que siempre rezaba de rodillas antes de empezar a trabajar 
en su obra de arte.
Lo mismo Newton, era creyente Kepler Leverrier, descubridor del planeta Neptuno, fue ferviente católico, Laplace murió como fervoroso cristiano asistido por un sacerdote. Incluso Galileo a pesar de su lamentable proceso, murió como un buen cristiano en 1642. 
Copérnico y Lemaitre, muerto en 1966, fueron sacerdotes.
Werner Heisenberg que está considerado como el físico más grande de todos los tiempos, Premio Nóbel por sus investigaciones sobre Física Nuclear.
 Él formuló matemáticamente la teoría unificadora de los campos energéticos, gravitatorio, electromagnético y nuclear (fuerte y débil); lo cual Einstein no consiguió a pesar de sus, esfuerzos. Dijo entre otras cosas:
 Lo que si creo es en Dios y que de Él viene todo.
Todo científico no puedo ser agnóstico. Hay un determinado punto en las ciencias, que por detrás de él no existe ciencia que lo explique, y allí está el Creador, con el nombre que el hombre le ponga. 
Pero un solo Creador. 
Hacer ciencias es vivir en un gran acto de Fe.