martes, 7 de mayo de 2013

el Suceso de Roswell no cuadra.(27888)


¿Por qué todos los ovnis que se estrellaron, se calcula que fueron más de una decena solo en Estados Unidos en torno a los años próximos a 1947, nunca se precipitaron sobre una ciudad habitada o en pleno centro de Nueva York, y sin embargo siempre se estrellaron en campos desérticos y aislados, como el caso de Roswell, en unos escenarios ideales para que solo los militares recuperasen sin ningún problema los aparatos invasores?

Pues porque los extraterrestres solo estaban interesados en influir en los Gobiernos y en los estamentos de poder que mandan, saltándose por encima a la sociedad civil, es decir, en manipular el orden del mundo.
Datos como estos, que no tienen explicación ninguna, deben hacernos pensar en que
 el Suceso de Roswell no cuadra.
La única explicación que sí cuadra es que se trató justamente de un montaje elaborado por los propios extraterrestres. El plan les salió perfectamente, y desde entonces, oficialmente desde 1947, llevan tomando el pelo a todos los gobiernos de la Tierra.
No solo el estrellamiento de Roswell fue un montaje extraterrestre, sino también todos los demás estrellamientos, precisamente para insistir en el mismo argumento, y hacer mayor presión
Porque lo cierto y la consecuencia final de todo ello es que poco tiempo después del Incidente de Roswell, el gobierno más poderoso del mundo, tras la 2ª Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos, sobrepasado por la presencia extraterrestre en la Tierra, se vio forzado a sentarse para negociar con los visitantes.
La negociación principal entre una delegación alienígena y el Gobierno de Estados Unidos, tuvo lugar el 16 de abril de 1954, en una dependencia de la base militar secreta del Area 51, a cuyo encuentro, entre otros asistieron el Presidente de E.U. Dwight Eisenhower y el Obispo Mc Intyre en representación del Vaticano.
Los doctores que practicaron la Autopsia al alienígena en Roswell fueron el doctor Detlev Wulf Bronk y el doctor Robert Parvin Williams. La fotografía que aparece a la derecha corresponde al doctor Bronk. Sobre el dr. Wiliams no se dispone de fotografía, excepto a niveles privados o confidenciales.El testigo ocular que declaró los nombres de los doctores de la Autopsia de Roswell fué el camarógrafo militar Jack Barnett, el mismo que filmó la nave extraterreste estrellada en el rancho del granjero Mc Brazel, cerca del pueblo de Roswell, y que posteriormente también filmó 
la autopsia practicada a uno de los seres alienígenas que viajaban a bordo de la nave.

Jack Barnett dijo que los doctores que practicaron la autopsia de Roswell fueron, según sus palabras, "el doctor Bronk y el doctor Williams". Williams fué identificado por los investigadores, según las indicaciones de Barnett, como el dr. Robert Parvin Williams.
Ambos doctores colaboraron asiduamente en proyectos secretos para los comités secretos gubernamentales relacionados con la materia extraterrestre
Estos doctores, que aparecen en la filmación, no eran médicos forenses ni intervinieron desde un punto de vista forense, para determinar las causas de la muerte del ser alienígena, sino que eran médicos patólogos cirujanos, y su interés fué el de cortar y diseccionar el cuerpo, simplemente para extraer los órganos y vísceras del cadáver, con objeto de ser posteriormente estudiados. Esto explicaría el aparentemente extraño proceder forense, que tanto se había criticado por los observadores. La implicación del dr. Detlev Bronk (1897-1975), no constituye ninguna sorpresa, puesto que su nombre ya había aparecido relacionado con el Comité Secreto gubernamental Majestic-12. El dr. Bronk era el presidente del Consejo de Investigación nacional, y un miembro del comité consultivo del Ejército, Fuerza Aérea y de la Comisión de Energía Atómica.
En cuanto al doctor Robert Parvin Williams, (1891-1967), era el ayudante especial del General Cirujano en Fort Monroe, Virginia. Teniente Coronel en 1947, después promovido a General de Brigada en 1949.
Todos los objetos que aparecen en la filmación, como el reloj de General Electric, el teléfono Bell,
 o el rollo original de la película kodak de 1947, atestiguan también la veracidad de la filmación. Añadiendo a esto el testimonio del camarógrafo militar, testigo ocular, Jack Barnett; el testimonio de Ray Santilli, el testimonio del ex-agente de la NSA, Milton William Cooper, del astronauta 
Edgar Mitchell, y de otras muchas docenas o cientos de personas más.
Y todos los especialistas médicos consultados para emitir su juicio personal sobre la filmación de la autopsia de Roswell, han concluido que se trata, efectivamente, de una operación de disección real practicada a un ser vivo, que falleció, si bien de naturaleza desconocida.