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La sonda de 36 años de edad está a unos 19 mil millones de km de nuestro Sol. Nuevos datos e inesperados aportados por la sonda Voyager 1, indican que ha estado viajando durante un año a través de plasma o gas ionizado, presente fuera de las heliosferas.
En estos momentos la sonda, está en una zona de transición de fuera de la heliosfera solar, en el cual los efectos de nuestro astro rey todavía siguen estando presentes.
Voyager 1 detectó por primera vez el aumento de la presión del espacio interestelar en la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que rodean el sol que va mucho más allá de los planetas exteriores, en 2004.
Una eyección de masa coronal, que surgió del sol marzo 2012 proporcionó a los científicos los datos que necesitaban.
Cuando este regalo inesperado de que el sol finalmente llegó al lugar de la Voyager 1, 13 meses después (en abril de 2013), el plasma alrededor de la nave espacial comenzó a vibrar como una cuerda de violín.
El 9 de abril, el instrumento de ondas de plasma del Voyager 1 detecto el movimiento.
El paso de las oscilaciones ayudó a los científicos a determinar la densidad del plasma. Las oscilaciones particulares significaba que la nave estaba bañada en plasma de más de 40 veces más denso que lo que habían encontrado en la capa externa de la heliosfera.
La densidad de este tipo es de esperar en el espacio interestelar.
El equipo científico de las sondas Voyager revisó datos anteriores y encontraron unas oscilaciones más débiles anteriores, en concreto en octubre y noviembre del 2012.
A través de la extrapolación de la densidad del plasma medido de los dos eventos, el equipo determinó que la Voyager 1 entró por primera vez el espacio interestelar, en agosto de 2012.
Estos datos afirmarían que la sonda Voyager llego al espacio interestelar,
es decir salió del sistema solar el pasado 25 de agosto del 2012.
La sonda seguirá transmitiendo datos hasta el año 2020.
Actualmente emite su señal débil de unos 23 vatios.
Cuando la señal llega a la Tierra, tan solo llega una fracción de una trillonésima parte de los 23 vatios enviados por la sonda.
En total la sonda envía 160 bits por segundo.
Desde que la sonda emite su información y está llega a la Tierra, tarda 17 horas en viajar de punta a punta.
En la imagen que les mostramos a continuación, les mostramos donde se ubica la sonda en el cielo.
Además en el cuadro ampliado se observa la imagen obtenida por el radio
telescopio NSO de la señal emitida por la sonda Voyager 1